Arco Sinigual

Arco Sinigual
Información general
Kanji	無双篇
Romaji	Musō-hen
Capítulos	Capítulo 121 - ACTUAL
Cronología
Anterior	Arco La Noche Azul

El Arco Sinigual (無双篇 Musō-hen) es el octavo arco argumental del manga/anime Blue Exorcist. Hasta el momento, la historia en el manga abarca un total de 32 capítulos y continúa en emisión.

Con el terrible y trágico conocimiento de la verdad sobre su nacimiento, Rin Okumura enfrenta a Yukio Okumura en un intento por recuperarlo. Mientras los hermanos se enfrentan, los Illuminati completan con éxito sus investigaciones y crean un recipiente para ser poseído por Satán. Con el Dios Demonio sembrando el caos, la Orden de la Verdadera Cruz idea un plan de acción para interceptarlo. ¡Ha llegado el momento de que Rin cumpla su promesa de derrotar a Satán!

Sinopsis

Hermanos enfrentados

Shiemi toma una decisión

En Amahara, Shiemi debe comenzar un intenso entrenamiento como la sucesora de Shemihaza; para ello, tiene que viajar a otra dimensión donde el tiempo transcurre de manera diferente. Jeremiah Uzai advierte que será un camino difícil y lleno de espinas, pero a Shiemi no le importa con tal de poder ayudar a sus amigos, y acepta los riesgos. Mientras tantos, en el Dominus Liminis, Vayu e Indra destruyen la base de los Illuminati y Homare piensa que la mejor opción es huir. Lucifer, debilitado, se niega abandonar la nave puesto estaban cerca de completar el Elixir para la resurrección de Satán, por lo tanto, autoriza la activación inmediata del Seraphim Pulse. Ante la situación de emergencia, el Rey de la Luz ordena localizar a Yukio Okumura y evitar que cause más tragedias a su nave.

Sorpresivamente, Konekomaru se halla en el Dominus Liminis, puesto que fue allí donde Mephisto Pheles lo envió sin avisarle previamente. El Exwire se esconde atemorizado pensando que debe entregarle la Kurikara a su amigo Rin. En ese momento, se topa con Renzo, a quien le pide un poco de ayuda.

Rin encuentra a Yukio

Por su parte, Yukio se esconde de los ojos de los Illuminati y piensa quitarse la vida. Recuerda la vez en la que su padre, Shiro Fujimoto, le contó que el último recurso para expulsar a un demonio que poseyó un cuerpo humano es la muerte. Sabiendo que Lucifer lo quiere como nexo entre él y Satán, Yukio se opone a cooperar con sus planes y piensa suicidarse. En el momento en que iba a hacerlo, aparece Rin, quien ha vuelto de su viaje al pasado, diciéndole entre lágrimas lo mucho que lo extrañó. Rin cuenta que viajó al pasado gracias a los poderes de Mephisto para conocer sus verdaderos orígenes e invita a su hermano para que él también pueda verlo, pero el exorcista ya no está interesado en saber eso.

Yukio rechaza a su hermano

Tras haber atestiguado los hechos del pasado, Rin cuenta que Lucifer es un demonio realmente malvado y peligroso y, por eso, no debe unirse a los Illuminati. Yukio responde nunca haberse unido a ellos, sin embargo, tampoco quiere regresar a la Orden, por ser igual de corrupta. Yukio desea acabar con los Illuminati, y comenzó destruyendo su nave aérea, porque planean usarlo a él como nexo con Satán, por eso, pensó en quitarse la vida. No obstante, el mismo Satán protege a su huésped y evita que el exorcista se haga daño a sí mismo, razón por la cual suicidarse no es una opción fiable. Por tal motivo, desafía a su hermano a un combate para que lo mate usando su poder.

Rin y Yukio listos para pelear

Ante la petición de su hermano, Rin no duda en proporcionarle un potente puñetazo que lo manda a volar y explotar en unos contenedores, quedando Yukio ileso y demostrando así que Satán lo está protegiendo. Por un lado, Rin asegura que lo golpeará hasta dejarlo inconsciente y lo llevará de nuevo a casa, mientras que por otra parte, Yukio sostiene que lo obligará a matarlo, comenzando así una intensiva batalla. Atraídos por la explosión, Renzo y Konekomaru encuentran a los hermanos peleando, en ese instante, escuchan la alarma diciendo que, en cinco minutos, se dispararía el Seraphim Pulse. Konekomaru pregunta sobre aquel aviso y Renzo responde que harán explotar la fuente de energía de la nave y eliminarían a los enemigos con la onda de choque resultante, una especie de ataque suicida.

Yukio apunta al corazón de Rin

Ignorando la advertencia sobre el Seraphim Pulse, los hermanos Okumura inician su batalla. Yukio empuña las Pistolas Armumahel mientras que Rin desata sus Llamas Azules y lo ataca lanzando su Satan Claw. Las lanzas son repelidas por la protección de Satán por lo que Rin se posiciona para realizar un ataque sorpresa a espaldas de Yukio. No obstante, sus reflejos son superiores y consigue evadirlo, luego apunta directamente en su corazón de demonio pero, antes que salga la bala, es cegado por las llamas de Rin. Usando técnicas de artes marciales, Yukio derriba a Rin y, nuevamente, intenta disparar a su corazón, aunque su hermano usa el mismo truco para mantenerlo alejado. Yukio se escuda de un frenesí de puñetazos mientras provoca a su hermano para que lo mate de una vez por todas.

Renzo y Konekomaru observan la pelea

Mientras que Konekomaru y Renzo observan boquiabiertos la batalla, el pelirosa recibe un llamado de Homare regañándolo por no haber reportado la pelea entre los hermanos, haciéndose el despistado. Su comandante le pide que no pierda de vista a Yukio y que interfiera si su vida corre peligro. Renzo no está seguro de querer involucrarse en la pelea pero Homare lo amenaza con hacerle daño a su amigo, Konekomaru, si no acata las órdenes, recordándole que lo está vigilando en todo momento. Después de la llamada, Konekomaru cuenta que, tras la ruptura de la Kurikara, Rin ha despertado sus verdaderos poderes de demonio. Por otra parte, Renzo sostiene que Yukio es resistente a las Llamas Azules, y asegura que su amplia experiencia lo convertirá en el ganador.

Rin recibe tres disparos de Yukio

En pleno combate, el Seraphim Pulse se activa, haciendo que la fuente de energía del Dominus Liminis explote generando una onda de choque que elimina por completo a Vayu e Indra. Por un momento, Rin pierde el equilibrio y Yukio aprovecha para dispararle a quemarropa con las Pistolas Armumahel en su frente, cuello y corazón de demonio. Rin cae debilitado y se pregunta qué había sucedido, su hermano cuenta que sus nuevas armas disparan balas de Llamas Negras, idénticas a las de Yamantaka, capaces de exterminar a cualquier ser de Gehenna. Poco a poco, Rin pierde la consciencia y su hermano se burla al recordarle todas las veces en las que Rin dijo ser superior y más fuerte que él.

Ryuji e Izumo comparten ideas

Producto del Seraphim Pulse, el Dominus Liminis perdió parte de su potencia, sin embargo, los amenazantes Vayu e Indra fueron eliminados y ahora Egyn y la división de ciencia pueden continuar tranquilamente la elaboración del Elixir para revivir a Satán. Por otra parte, la pérdida de los familiares de Lewin hace que la Ouija Globe pierda la señal y ubicación de los enemigos. Sin embargo, logran ver una cortina de humo proveniente de la misma dirección, suponiendo que no estaban tan lejos. Mientras viajan, Izumo pregunta a Ryuji qué hará si tiene que pelear contra Renzo, respondiendo que ella, sin dudar, lo hará comer el polvo. Si bien Ryuji no esta convencido de que pelear contra la familia sea lo correcto, señala que a veces no hay otra opción.

Rin, estado demonio, somete a Yukio

Cuando Yukio está por disparar al inconsciente Rin, su arma sale volando y es atacado por una explosión de Llamas Azules. El lado demonio de Rin se manifiesta y somete a Yukio con el afán de asesinarlo. Para sorpresa de todos, Rin demuestra tener el control y obliga a dormir su lado demonio, volviendo en sí rápidamente. Satán, desde el ojo de Yukio, observa el suceso y ríe a carcajadas al ver como su hijo lucha consigo mismo, expresando emoción al ver cuánto ha crecido. Mientras que Yukio debe tener cuidado en despertar el lado demonio de Rin, éste debe evitar ser disparado por las Pistolas Armumahel, puesto que lo noquean en un instante. Rin se lanza y vuelve a usar sus mismos patrones de ataques, hasta que es acorralado entre un par de contenedores.

Yukio crea una explosión de Llamas Negras

En un intento por salir, Rin destruye los contenedores y de éstos salen muchos Coal Tar. Yukio, escondido en uno de los contenedores, cuenta que los Illuminati planean tomar el control del mundo trayendo a Satán a Assiah. Debido a que éste habita en el interior de su ojo, es posible que quieran usarlo para revivirlo, por tal razón, tomó la decisión de morir ya que no quiere ser la causa por la cual Satán reviva y sus amigos tengan que sufrir una catástrofe. Por eso, desea que su hermano lo mate, no por egoísmo, sino para proteger al mundo de su destrucción.

Rin demonio tortura a Yukio

Cansado de las palabras de su hermano, Rin destruye todos los contenedores y libera una colonia de Coal Tar. De esta manera, Yukio dispara con las Pistolas Armumahel y aprovecha que los Coal Tar son combustibles para expandir el rango de su explosión e incapacitar a su rival. Rin, frustrado por perder ante su hermano, vuelve a despertar su lado demonio y, en un segundo, da vuelta el combate a su favor. Ante la tortura que sufre Yukio por parte de un salvaje e incontrolable Rin, Homare envía a la división de guardia, entre ellos Gunnan y Gunnar, para rescatar a Yukio. Sin embargo, los soldados son quemados hasta la muerte por Satán, el cual no quiere que interrumpan la batalla de los hermanos.

Por su parte, Yukio no pone resistencia puesto desea que su hermano lo mate por el bien del mundo entero. Rin se muestra complacido por cumplir su último deseo y se prepara para darle el golpe final, pero antes de que pudiera hacerlo, retoma el control de su cuerpo y vuelve en sí. Rin asegura haber encontrado una alternativa ante el problema de Yukio y planea en sacar a Satán de su cuerpo, usando la fuerza. Para ello, crea una espada, igual a la Kurikara, con sus Llamas Azules, la cual piensa usar para apuñalar el ojo de su hermano y obligar a Satán a salir de su cuerpo. El Dios Demonio intenta persuadir a Rin con sucias palabras, pero él no cede y, acto seguido, lo apuñala y comienza a quemarlo.

Rin clava una espada de fuego a Yukio

Progresivamente, Rin impone más fuerza sobre el ojo de Yukio, provocando que Satán sufra y tenga que repelerlo por completo. Pese a que logró quitarse a Rin de encima, todavía tiene la espada incrustada e intenta quitársela. Rin, por su parte, se opone a la resistencia y empuja cada vez más, intentando no dañar el cuerpo de su hermano. En medio de este combate entre Rin y Satán, sus poderes colisionan y terminan creando una explosión masiva que destruye gran parte del Dominus Liminis. Ante los destrozos causados, Homare insiste en abandonar la nave, aún cuando Lucifer se niega, priorizando la elaboración del Elixir. Egyn comenta que ya falta poco para terminarlo, y decide quedarse pese a los riesgos. En paralelo, el doctor Drac Dragulescu, el cual estaba cerca del Dominus Liminis, sufre el impacto de la explosión y su nave necesita aterrizar.

Satán usa el cuerpo de Yukio para atacar

Satán revela que el cuerpo de Rin podría convertirse en el recipiente adecuado para él, ya que para eso fue que Mephisto Pheles lo crio y mantuvo con vida. Dicha revelación deja sorprendidos a los hermanos, aunque Rin ya lo sabía por su viaje al pasado. Ante la destrucción de la aeronave, Renzo y Konekomaru corren peligro de caer hacia la nada misma. En ese momento, Kuro, el cual estuvo todo el tiempo escondido y durmiendo dentro del bolsillo de Rin, aparece para salvarlos de la caída. Antes de marcharse, Konekomaru le entrega la Kurikara a Rin, diciéndole que todavía estaba rota, no obstante, la vaina y empuñadura servirían para controlar sus poderes. Rin agradece a su amigo pero Satán repele la espada antes que pudiera tomarla, puesto que considera es un tipo de atadura para su verdadera naturaleza. Posteriormente, vuelve a explotar el Dominus Liminis, llamando la atención del grupo de Lewin Light quienes estaban cerca.

Rin libera a Yukio de la posesión de Satán

Cansado de que Satán esté usando a su hermano, Rin intenta nuevamente expulsarlo de su cuerpo. Mientras caen por los aires, recupera la Kurikara y manifiesta una perfecta hoja de Llamas Azules. Con ella, apuñala el ojo de su hermano como hizo anteriormente. Satán se pregunta por qué insiste tanto en salvar a alguien que ya se resignó como Yukio, y Rin responde no querer abandonarlo ya que es la única familia que le queda. Ante la insistencia del exorcista, Satán abandona el cuerpo de Yukio, aunque asegura que él ya está "marcado", por lo que no será difícil volver a parasitar su cuerpo. Finalmente, el Dominus Liminis se estrella contra la superficie terrestre, explotando y quedando completamente destruido. Al mismo tiempo, la nave de Drac Dragulescu también se estrella, corriendo peligro el cargamento que tanto estaba cuidando.

Rin recupera la Kurikara

Gracias a su último ataque, Rin consigue liberar a su hermano de la posesión de Satán, aunque en realidad el Dios Demonio solo quedó dormido en su interior, y ambos aterrizan sanos y salvos. Una vez en tierra firme, Rin discute internamente con su lado demonio, de quien asegura siempre tuvo miedo pero que ahora ya es capaz de controlarlo. Para demostrarlo, Rin enfunda su Kurikara, y con ella su lado demonio, por lo que su corazón, cuernos y colas desaparecen y vuelve a su condición humana. Yukio se enfada porque le salvó la vida, aún cuando le pidió que lo mate por el bien de la humanidad, declarando que muchas veces él intentó suicidarse y nunca pudo por la protección de Satán. Al escuchar la noticia, su hermano queda shockeado y comienza a llorar, preguntando si eso era aquello que tanto escondía detrás de una sonrisa falsa. Rin lo llama mentiroso y Yukio sostiene qué nada hubiera ganado él sabiéndolo desde un principio. De este modo, los hermanos vuelven a pelear, pero esta vez, cargados de fuertes emociones.

Rin da el golpe final a Yukio

Sin la protección de Satán ni el uso de las Llamas Azules, los hermanos Okumura luchan en condiciones iguales, a puño limpio. Mientras se reparten un par de golpes, Rin reclama el por qué su hermano siempre se ha guardado secretos y nunca los habló con él, a lo cual Yukio responde que, aunque se los hubiera contado, no podría haberlos solucionado. Rin se frustra por todas las veces que su hermano estuvo sufriendo en silencio mientras actuaba como si nada, y eso lo hace perder la compostura en la batalla. En respuesta, Yukio lo atrapa con una llave de piernas y lo apunta con las Pistolas Armumahel diciendo que él tampoco nunca pidió su ayuda, razón por la cual no tiene derecho de reclamar nada.

Los hermanos se reconcilian

Rin llega a la conclusión de que él y su hermano son iguales, cosa que no le parece extraña por ser gemelos. Sin embargo, Yukio lo niega rotundamente, señalando el por qué son diferentes; mientras que Rin es fuerte y bueno con los golpes, a él le tocó ser el débil que se escondía y pedía ayuda, admitiendo haber sentido siempre celos de su fuerza. Yukio se da cuenta que su hermano ya dejó de defenderse y solamente está recibiendo sus golpes, pidiéndole que deje de subestimarlo y pelee en serio, aunque Rin contesta que su hermano se equivoca ya que se ha vuelto fuerte y no es más el llorón de antes. Yukio revela que la razón por la cual deseó ser fuerte fue para superarlo, o más bien, para ser igual que Rin. Cuando Yukio piensa en darle el golpe final, Rin contraataca con un fuerte puñetazo que da por finalizada la batalla. Finalmente, Yukio llora frustrado diciendo que jamás podrá ganarle a su hermano y, además, producto de su debilidad, terminó alejándose de las personas que fueron buenas con él. Yukio se pregunta si una persona tan lamentable como él merece seguir viviendo, y Rin lo asegura. De este modo, los hermanos se reconcilian y admiten que son fuertes porque se tienen el uno al otro.

El despertar de Satán

Kuro, Renzo y Konekomaru sanos y salvos

Después de su intensa batalla, los hermanos Okumura acaban exhaustos e inconscientes y son rescatados por el grupo de Ryuji, Izumo y los Arc Knight. Luego del rescate, los exorcistas observan el Dominus Liminis destruido y comienzan a buscar rastros de Lucifer, Dragulescu o el Elixir, pidiendo la mayor cantidad de refuerzos posibles a la Orden. Ryuji se preocupa por su amigo, Renzo, quien también estaba en la nave. En ese instante, Kuro aterriza con Renzo y Konekomaru en su espalda, sanos y salvos. Tras un momento buscando, consiguen localizar la nave destruida de Drac Dragulescu y el misterioso cargamento que llevaba. Al saber que Satán estaba cerca, el doctor incita a los exorcistas para que abran el cargamento y averigüen con sus propios ojos qué era lo que había dentro. Ante la insistencia del doctor, Lewin está seguro de que se trata del recipiente para Satán y ordena, bajo ninguna circunstancia, abrir el cargamento, alegando tener un mal presentimiento.

Yukio se reporta ante Lewin y Osceola

En la noche, Yukio despierta y se dirige a hablar con Lewin, pensando en que querían castigarlo por haber traicionado a la Orden. Osceola sostiene que fue culpa de los mayores dejar a un joven cargando con tanta responsabilidad, aunque Yukio insiste en recibir un castigo. Lewin, primeramente, agradece por haber invocado a sus familiares puesto que así fue como lograron localizar la base enemiga. Luego, pregunta al exorcista si sabe algo respecto al Elixir, y Yukio cuenta que todavía no lo habían completado. Lewin revela que encontraron el cuerpo recipiente para Satán y Yukio se altera pensando que él no debería estar cerca, ya que Satán podría ver a su recipiente y pasarse a éste. El Arc Knight está seguro que Satán buscará la forma de poseer su nuevo cuerpo, sin importar donde Yukio esté, así que lo invita a unir fuerzas y pelear para derrotar al Dios Demonio. Al ver que está siendo perdonado, Yukio agradece la segunda oportunidad.

Rin y Yukio reconciliados

A la mañana siguiente, Rin despierta y se encuentra con sus amigos Exwire, a quienes abraza llorando después de tanto tiempo sin verlos. Mientras preparan el desayuno, observa a su hermano alejado y pensativo, por lo que ve a conversar con él. Rin le muestra la llave para viajar al pasado y vuelve a invitarlo para que conozca a su madre y su relación con su padre. Yukio, agradecido por el gesto, rechaza la oferta porque siempre pensó que, si conocía su pasado, su sufrimiento desaparecería, pero estaba equivocado. Él sostiene que la única forma de olvidar su sufrimiento es perdonándose a sí mismo. Rin comprende sus sentimientos, aún así, cuenta que su madre era la mejor y deseó con su último aliento que ambos fueran buenos hermanos. Luego, los Exwire comparten un desayuno como amigos, aunque Rin nota que Shiemi no estaba presente, preguntándose dónde estaba.

El recipiente para Satán

Más tarde, el cargamento que trajo Drac Dragulescu empieza a moverse, poniendo en alerta a los exorcistas. Finalmente, la compuerta se abre y de su interior sale un hombre parecido a Shiro Fujimoto. Al verlo, Lewin no tiene dudas que se trata del recipiente para Satán, y pide a todos que retrocedan. Inconscientemente, Yukio observa al recipiente y Satán vuelve a despertar en su ojo izquierdo. Ante el regreso del Dios Demonio, Lewin se pone en alerta y solicita a Lucy Yang que mantenga alejado a Yukio del recipiente para Satán, lo más lejos posible. Mientras tanto, él y Osceola se encargarían de matar al espécimen antes de que sea poseído. Por su parte, Yukio acepta retirarse con la Arc Knight y la ayuda de Rin, asegurando que no volverá a ver al recipiente bajo ningún motivo.

Lucifer se presenta

En ese momento, los exorcistas son cegados por una potente luz, producto de Lucifer, quien se presenta en el campo de batalla. Al verlo, Lewin no pierde el tiempo e intenta matar al recipiente de Satán con su Circular Saw, pero es interceptado por el poder de los Cherubim, demonios de la familia de la luz. Cuando Lewin recita un verso para asfixiar y asesinar al espécimen, un Seraphim se manifiesta y Osceola lo salva de la explosión, aunque ambos terminan derribados en el suelo. En simultáneo, Iblis, el Rey del Fuego, aparece y ataca a Lucy, Rin y Yukio, usando el poder de los Muspell, demonios de la familia de fuego. Indefenso, Yukio es capturado por Iblis y Rin intenta detenerla, no obstante, ella lo deja luchando contra su ejército de Muspell, mientras se lleva al exorcista.

Egyn salva el Elixir

De este modo, Iblis entrega a Yukio al Rey de la Luz. Astaroth, el Rey de la Putrefacción, también está presente en el campo de batalla. Egyn regresa, demostrando haber sobrevivido a la explosión de la aeronave, aunque está gravemente herido. El Rey del Agua afirma haber completado el Elixir definitivo, aunque solamente pudo salvar una gota, pidiendo disculpas a su hermano. Ante estas noticias, Lucifer asegura haber ganado, ordena a Homare vestir al recipiente de Satán e iniciar los preparativos para administrarle el Elixir. Yukio comprende que la situación es grave, sin embargo, está seguro que nada sucederá si él no abre sus ojos. Satán ríe y revela que, aunque no lo haga, él podrá llegar hasta su nuevo cuerpo poseyendo y matando a cualquiera en su paso, tal y como sucedió en la Noche Azul.

Satán renace en un nuevo cuerpo

Rin y Lucy unen fuerzas para derrotar a los Muspell y llegar hasta Yukio, no obstante, es demasiado tarde, ya que Yukio, bajo amenazas del Dios Demonio, no tuvo más alternativa que ver el recipiente. De este modo, Satán abandona su cuerpo y se posee al nuevo, completando así su resurrección. Satán cuenta que su nuevo cuerpo se siente genial y felicita a Lucifer por haber cumplido su tan preciado anhelo. Lucifer ruega que se una a su lado y haga realidad su plegaria: destruir Assiah y crear un nuevo mundo donde los humanos y demonios vivan en condiciones iguales. Satán está de acuerdo con eso y responde que cumplirá su parte del trato. Seguidamente, y en un instante, reúne un enorme ejército de demonios y ordena aplastar a los exorcistas.

Rin ansioso por pelear contra Satán

Mientras que los exorcistas están ocupados enfrentando a los demonios de nivel medio y superior, Satán planea disminuir el número de exorcistas enviando un potente rayo para impactar directamente hacia ellos. No obstante, Mephisto Pheles aparece y crea una barrera que detiene el tiempo de todo lo que esté fuera de ella, aunque la misma solo tiene una duración de cinco minutos. Mientras que Mephisto reúne a los exorcistas y envía a los heridos, como Osceola al Vaticano, Yukio habla con Lewin para comunicarle que abrió sus ojos adrede para que Satán pueda manifestarse en Assiah ya que, de lo contrario, iniciarían una guerra sin sentido y siempre vivirían con el miedo de que un día aparecería. Pero como ahora él está presente, podrán idear un plan para derrotarlo definitivamente. Lewin felicita la inteligente decisión de Yukio y está seguro que hizo lo correcto.

La Orden lista para enfrentar a Satán

Una vez todos reunidos, Mephisto anuncia que darán inicio al plan de contraataque y, para ello, reclutó a varios exorcistas y demonios de todas partes para formar el ejército de supresión de Satán. Entre ellos, se encuentran Beelzebub, el Rey de los Insectos, y Shemihaza, el Emperador de la Creación, dándole esperanza a los exorcistas. Rin enciende su puño con llamas y, emocionado, exclama que derrotarán a Satán. Con todos reunidos y listos para el contraataque, Mephisto anuncia el inicio de la batalla decisiva.

Jardín de flores

Shiemi inicia su entrenamiento

Por otro lado, Shiemi comienza su intenso entrenamiento como la sucesora de Shemihaza; para ello, viaja a otra dimensión, donde el tiempo transcurre de manera diferente, y se encuentra con un espíritu guía, el cual la supervisa y entrena por alrededor de un año y medio. El entrenamiento parece ser difícil y exhaustivo para Shiemi, quien está segura que todo es en vano al no es capaz de hacer nada sin la ayuda de Nii. Su espíritu guía le dice que la fuerza de un familiar es igual al de su invocador, por ende, le pide dejar de subestimarse y tener una visión más positiva de sí misma.

Shemihaza y Amaimon en tiempos antiguos

De pronto, Shiemi tiene un extraño presentimiento y su espíritu guía le asegura que Satán, finalmente, logró encarnar en un cuerpo humano, razón por la cual debían apresurarse y terminar con su entrenamiento, señalando que le dará una última prueba. Antes de hacerlo, el espíritu cuenta que, en tiempos antiguos, el Rey de la Tierra, Amaimon, había convertido el planeta en un lugar estéril e inhabitable. Para sellar su ira, Shemihaza, el Emperador de la Creación, sacrificó su cuerpo transformándolo en un cristal. Actualmente, el cuerpo de Shemihaza se encuentra cristalizado en forma de árbol y, alrededor de éste, se hallan pequeños cristales, correspondientes a los poderes sellados de Amaimon.

Shiemi abrazando a su abuela

Shiemi no puede creerlo puesto que Amaimon tiene un cuerpo físico y, de hecho, asiste a su academia. El espíritu guía cuenta que Shemihaza sintió lástima por el Rey de la Tierra, así que solamente selló parte de su poder y perdonó su "yo", su cuerpo, a cambio de servirle eternamente. La historia es de pronto interrumpida por el propio Amaimon, el cual aterriza a espaldas de Shiemi. Entonces, el espíritu guía revela la prueba final de Shiemi. Como sucesora de Shemihaza, debe derrotar al Rey de la Tierra y hacer que lo obedezca. Finalmente, el espíritu guía se despide de Shiemi y revela ser ni más ni menos que su abuela, quien menciona estar feliz de haber podido volver a su nieta, aunque fuera siendo solo un espíritu. Shiemi, entre lágrimas, abraza a su abuela y dice lo mucho que la extraña y quiere, dándole las gracias por todo lo que le ha enseñado durante un año y medio de entrenamiento.

Shiemi enfrenta a Amaimon

Amaimon se burla de aura divina tan diminuta de Shiemi, asegurando ser imposible que sea la sucesora de Shemihaza. Shiemi recuerda el último consejo de su abuela, sobre tener más confianza en sí misma, y encara al Rey de la Tierra, diciéndole no tener miedo y hará que la obedezca. Para iniciar la batalla, Amaimon adquiere su forma demoniaca y golpea la tierra en un intento por derribar a la muchacha. Ésta, por su parte, llama a Nii para detener el ataque usando raíces, las cuales terminan siendo desvanecidas por el poder de Rey de la Tierra, así como también a su familiar.

Amaimon hipnotiza a Shiemi

Aprovechando su guardia baja, Amaimon arremete con un frenesí de puñetazos que son amortiguados por un muro de rosas trepadoras creadas por Shiemi. Seguidamente, ataca el corazón del Rey Demonio, causándole un daño grave y haciéndolo sangrar. Enfadado, Amaimon la sujeta y somete con sus grandes brazos, impidiendo que siga luchando. El demonio recuerda la vez en la que un Chuchi la parasitó durante el campamento, diciéndole que, gracias a un estímulo que queda impregnado en su sistema nervioso, volver a hipnotizarla es sencillo. De esta manera, Shiemi pierde el control de su cuerpo y es sometida por el Rey Demonio, el cual la humilla con sucias palabras, exclamando no cambió en nada desde que era pequeña y sigue siendo la misma marioneta de siempre.

Shiemi derriba a Amaimon

Shiemi no comprende de qué está hablando Amaimon, entonces, unos vagos recuerdos se cruzan por su mente, recuerdos que ella había perdido. Cansada de que la manipulen, Shiemi recupera el control de su cuerpo y derriba a Amaimon en un instante. En honor al antiguo pacto realizado con Shemihaza, Shiemi se envalentona ordena a Amaimon volverse su sirviente y arrodillarse ante ella. Intimidado por su mirada y valiente espíritu, Amaimon admite la derrota y se arrodilla ante Shiemi, asegurando que están en una dimensión alterna creada por Samael y que, cuando vuelvan a la realidad, ella no tendrá oportunidad de ganarle.

Finalmente, después de un año y medio de entrenamiento, Shiemi está lista para regresar al mundo real y ayudar a sus amigos en la lucha contra Satán.

Batalla campal: Assiah vs. Gehenna

El plan de ataque de la Orden

Restando cuatro minutos para que el tiempo vuelva a ponerse en marcha, Mephisto y Lewin explican el plan de guerra al ejército de supresión. Con el fin de que la Unidad de Élite Anti-Satán pueda llegar hasta y Satán captar su atención, tres diferentes escuadrones se encargarán de detener a Iblis, Egyn y Astaroth. Probablemente, el enemigo quiera atacar por todas partes, razón por la cual, deben estar preparados para una batalla campal. No obstante, el punto fuerte del plan recabe en la Tropa Separada Anti-Satán, quien tendrá como eje central a Igor Neuhaus y su Devil ☆ Vanisher, puesto es el arma más potente y letal para detener a Satán. Una vez que lo consigan, Shemihaza y Mephisto Pheles se encargarán de sellar al Dios Demonio.

Mientras tanto, los Exwire conversan entre ellos y preguntan a Renzo en qué bando participará, respondiendo él que apoyará a la Orden en todo momento. Ryuji menciona que, después de mucho tiempo, volverán a pelear juntos, aunque Rin señala que falta Shiemi. Entonces, Izumo revela que los Grigor Sedes se la llevaron sin explicación alguna.

Lewin y Arthur discuten

Al escuadrón de supresión se une la Angelic Legion, liderada por Arthur A. Angel. Tras verlo, Lewin insiste en que debe retirarse ya que no tiene que estar cerca del Rey de la Luz, Lucifer, debido a sus orígenes. Arthur no quiere escuchar una palabra más sobre aquella acusación, y amenaza con atacarlo por más amigos que sean. Osceola, quien se ha recuperado de sus lesiones, detiene el pleito puesto que no es bueno para la moral de su ejército. En medio de la discusión, Mephisto revela quedar solamente un minuto antes de que el tiempo vuelva a marchar, entonces, Lewin acepta la presencia de Arthur, aunque no le parece correcto. De este modo, se nombra a los miembros de la Unidad de Élite Anti-Satán, conformada por Lewin Light, Osceola Redarm, Arthur A. Angel, Beelzebub y Rin Okumura, cuya tarea será atraer la atención de Satán.

Exorcistas vs. Demonios

Por otro lado, la Tropa Separada Anti-Satán, conformada por Igor Neuhaus, Shura Kirigakure, Yukio Okumura y los Exwire operarán lejos del campo de batalla y esperarán el momento adecuado para lanzar el Devil ☆ Vanisher. Con todo listo, el tiempo vuelve a transcurrir normalmente, y los exorcistas reciben una Armadura Anti-demonio de alto nivel, proveniente de la protección de Shemihaza. Satán no termina de comprender qué sucedió, pero está seguro que fue obra de Samael y sus trucos como Rey del Tiempo, preguntándose cómo osa en desafiarlo. De esta manera, comienza una batalla campal entre Assiah y Gehenna.

Beelzebub dando órdenes

Utilizando Enpeira y una Armadura Anti-demonio, Shemihaza protege a los exorcistas de todo mal, permitiéndoles que puedan luchar como seres invulnerables por alrededor de una hora, peleando sin la preocupación de morir o recibir daños graves. Iblis no comprende cómo un simple Nephilim puede crear semejante protección, y Lucifer reconoce que están usando la cristalización de Shemihaza, aunque la misma no durará mucho tiempo. Por su parte, Beelzebub, quien siempre mantuvo una postura neutra entre ambos bandos, revela que luchará por el bien de Assiah porque piensa que si Satán gana la batalla, convertirá al mundo en un lugar aburrido. De este modo, Beelzebub, Mephisto y el recién llegado Amaimon ordenan a los demonios pertenecientes a sus familias retirarse del bando enemigo, de lo contrario, los ignorarían por toda la eternidad. Tras esta orden, los demonios pertenecientes a la familia de los insectos, tiempo y tierra abandonan el ejército de Satán.

Amaimon se une a las fuerzas de Assiah

Con tal ayuda, el número de demonios enemigos se reduce considerablemente, permitiendo a los exorcistas avanzar y ganar terreno. Satán no comprende cómo pueden priorizar las órdenes de sus Reyes en lugar de obedecerlos a él, su Dios y creador. Al ver que los exorcistas están usando demonios de fuego y agua, Satán pide a Iblis y Egyn que hagan lo mismo, pero ellos expresan no tener control sobre demonios que fueron adiestrados por los humanos. Mephisto sostiene que la jerarquía en el mundo de los demonios es bastante compleja, y Satán agradece la lección, asegurando que ganará de todos modos.

Rin se lanza hacia Satán

Por otro lado, la Tropa Separada Anti-Satán recibe túnicas especiales que ocultarán su presencia de los demonios. Antes de ir hacia su destino, Rin se despide de sus amigos y asegura que le facilitará su trabajo distrayendo a Satán, deseándoles buena suerte a todos. De esta manera, Rin salta a la acción y empuña su Kurikara, todavía destruida. El exorcista se concentra y consigue manifestar una perfecta hoja de Llamas Azules, tal cual como lo hizo anteriormente durante la batalla contra su hermano, y la usa para atacar directamente a Satán con su Satan Slash. El Dios Demonio detiene el ataque con un simple soplido y se dirige a Rin como su hijo, provocando su enojo. Sin piedad alguna, Satán ataca y elimina a los demonios de sus tropas, asegurando que tiene la fuerza para exterminarlo todo. Rin está consciente que su tarea no es derrotarlo, sino distraerlo, para que Yukio y su equipo puedan hacerle daño significativo. Por tal motivo, Rin lucha a la defensiva, llamando la atención del Dios Demonio, quien se relaja encima de un Kraken.

Heilong ataca a los enemigos

Mientras tanto, el resto de la Unidad de Élite Anti-Satán tiene dificultades para acercarse al Dios Demonio, ya que eran muchos los demonios que impedían su avance. Para ayudarlos a ganar terreno, Lucy invoca al dragón negro, Heilong, el cual ataca al ejército enemigo con sus Llamas Negras. Lewin cuenta que el poder de aquel familiar es confundir a los demonios de rango medio y bajo, obligándolos a pelear unos contra otros. Con esta ventaja de su lado, Lewin y su escuadrón pueden avanzar más deprisa hacia Satán. Pese a que Rin está dándolo todo, Satán ni se inmuta y se muestra aburrido, bostezando mientras bloquea los ataques del Exwire. Para mantenerlo ocupado, el muchacho lanza su Satan Slash y el Kraken donde estaba montado Satán intenta defenderse del proyectil, provocando que el Dios Demonio lo reciba en lleno.

Yukio se disculpa con Shura

Al mismo tiempo, la Tropa Separada Anti-Satán busca la posición perfecta para ubicarse y disparar el Devil ☆ Vanisher. Yukio señala que lo ideal será la cima de una montaña rocosa, en donde tendrán más campo visual y probabilidades de acertar. Igor relata que el arma genera una explosión de Llamas Negras que se extienden en un rango de veinte metros y, además, razón por la cual tiene mucha potencia. Debido a su maister en Dragoon, Yukio pide permiso para disparar, aunque Igor se niega y el exorcista no insiste. Mientras caminan hacia la cima de la montaña, Shura nota que Yukio ha cambiado mucho, incluso ya no responde a sus burlas y obedece a sus peticiones sin reprochar. El exorcista se disculpa con Shura, la cual se percata que ahora Yukio es más honesto y relajado, algo que la pone feliz.

Lucy ataca a los Reyes Demonio

Producto del poder de Heilong, el número de demonios enemigos disminuye considerablemente, quedando los Reyes totalmente desprotegidos. De este modo, los exorcistas intentan atacar a Egyn, aunque éste se refugia en una burbuja de agua asegurando no querer pelear. Iblis se enfada al ver que están atacando a su adorable hermano y contraataca creando erupciones volcánicas en el suelo. Lucy esquiva el ataque del Rey de Fuego y lanza sus Garras Negras, las cuales impactan contra Iblis, Egyn y Astaroth, recibiendo este último daño directo. Lucy cuenta que sus garras son armas creadas a partir de la cristalización de Armumahel y tienen la capacidad de hacer dormir a quien apuñale. A modo de burla, Lucy se pregunta si los Reyes Demonio pueden soñar, provocando el enojo de Iblis.

Satán usa Satan Slash

Rin continúa utilizando indiscriminadamente el Satan Slash, haciendo que Satán se burle por el ridículo nombre que le puso a su técnica. A continuación, el Dios Demonio le demuestra el verdadero poder de un Satan Slash, y lanza un poderoso y devastador proyectil hacia Heilong, cortando al colosal dragón en dos partes. Satán identifica a Lucy como su dueña, y también la deja fuera de combate usando su Satanic Kebab. Lucy y su familiar quedan fuera de combate y Rin abandona la batalla para socorrerla. Por su parte, Satán disfruta de su nuevo cuerpo, el cual no se desintegra por más que use todo su poder. En ese instante, llega la Unidad de Élite Anti-Satán para continuar la batalla.

Beelzebub usa la telaraña resistente y adimensional de su mascota, Bael, impidiendo que Satán pueda moverse. A continuación, Lewin utiliza un verso para comprimir el aire alrededor del Dios Demonio, provocando su asfixia. De este modo, Arthur lanza su Angelic Slasher Thunderbolt, partiendo en dos y desintegrando el cuerpo de Satán con un solo golpe, exclamando que los demonios cometieron un error garrafal al iniciar una guerra contra la humanidad. La pérdida de Satán llega a ojos de Lucifer, quien no puede creer lo que acaba de atestiguar. Homare toma la iniciativa de enfrentar al Paladin, asegurando no tener miedo a la muerte, cuando en ese entonces, los hermanos Lundström reaparecen para hacerse cargo del asunto.

Osceola encargándose de Astaroth

Después de quedar fuera de combate, Lucy es socorrida por Rin, Osceola y Cheng-Long Liu, de la Sede de Taiwán. Tras retirar a la Arc Knight del campo de batalla, los exorcistas son interceptados por el Rey de la Putrefacción, Astaroth, el cual los ataca con un poderoso maleficio de podredumbre que atraviesa la Armadura Anti-demonio. Osceola toma cartas en el asunto, antes de que hayan numerosas bajas producto de la intoxicación de aquellas esporas, y ataca al Rey Demonio con su Qaletaqa Cocotl: Oscuridad Ardiente. Lewin y Arthur observan dicha batalla, mientras presienten una atmósfera extraña y Beelzebub lo confirma, señalando que su padre está enojado. De pronto, las cenizas de Satán estallan y su cuerpo comienza a regenerarse a una velocidad alarmante. En un descuido suyo, Satán termina asesinado a Astaroth, aunque asegura no sentir ningún remordimiento por la pérdida de su aliado.

Mientras tanto, en el resto del mundo, los medios de comunicación teorizan el inicio de un apocalipsis zombie y el fin del mundo, producto de los destrozos causados por los demonios y las mismas personas que perdieron totalmente la cordura y la moral. En medio de este desastre, Noriko, Sei y sus familias se resguardan del peligro, mientras que la Sede de Kioto también se halla en estado de emergencia.

Astaroth posee a Reiji por segunda vez

Por otra parte, Reiji Shiratori está preocupado por su padre, con quien no puede comunicarse entre tanto desastre en las calles. Cuando comunica que saldrá a buscarlo, su abuela le recuerda que su padre, Yoichi, es un hombre de corazón frío que no tiene ningún interés por su familia, de lo contrario, él estaría con su hijo y no en su trabajo. Sin querer admitir que su abuela tiene razón, Reiji le grita furioso pensando que su padre en verdad lo quiere, no como su madre que lo abandonó por otro hombre. De pronto, el joven recuerda que está siendo vigilado por la Orden de la Verdadera Cruz, puesto que un día fue poseído por un demonio de alto nivel y temen que aquello vuelva a ocurrir. Reiji piensa que si un demonio lo posee, tal vez su padre le preste atención. Aquel pensamiento y dudas en el corazón del joven son suficientes para Astaroth, quien toma posesión de su cuerpo por segunda vez, fugándose en busca de Satán, sin antes asesinar a la abuela de Reiji.

Satán y sus nuevos poderes

De vuelta al campo de batalla, Satán, recientemente regenerado, enfurece con los humanos a quienes cataloga como criaturas necias, viles y despreciables, exclamando que probarán la verdadera naturaleza de su poder. Cruel y despiadadamente, Satán descarga su furiosa ira hacia los exorcistas, destruyendo e infectando el campo de batalla. Debido a la situación actual, la Tropa Separada Anti-Satán tiene dificultades para posicionarse al no encontrar un punto seguro y libre del ataque del Dios Demonio. Ante la urgencia y el cambio del terreno, Yukio vuelve a insistir en disparar el Devil ☆ Vanisher y concluye que Igor no cede debido a su deseo de venganza hacia Satán. El exorcista golpea al profesor para hacerlo entrar en razón, no obstante, Igor asegura que planeaba dejarle los honores a él desde el principio, entregándole finalmente el lanzacohetes. De este modo, Ryuji asiste a Yukio, el cual comunica a sus superiores que ya están listos para disparar.

Al mismo tiempo, Shiemi regresa a Amahara y es recibida por Jeremiah Uzai, quien la felicita por haber completado el ritual de la Saio. Jeremiah cuenta que la estuvieron esperando por alrededor de veinte horas, aun así, está a tiempo para ayudar en la batalla.

Arthur atacado por los Lundström

Yukio está en posición y listo para disparar, no obstante, hay muchos escombros en su campo visual y teme fallar, razón por la cual pide ayuda a la Unidad de Élite Anti-Satán para mantenerlo quieto. Por su parte, ellos asegurar no poder hacer mucho, ya que también la están pasando mal. Arthur jura, en nombre de la humanidad, que se encargará de detener a Satán, pero en ese momento, es interceptado por los hermanos Lundström quienes, aparentemente, se fusionaron. Arthur supone que son un experimento más de los Illuminati y ellos lo confirman. Beelzebub intenta inmovilizar a Satán, pero es derribado por el poder del Dios Demonio. Sin nadie que pueda detener a Satán, Yukio no se atreve a disparar puesto que solo tiene una única oportunidad.

Rin no cede ante Satán

Rin toma la iniciativa de detener al Dios Demonio, a quién le pregunta enfadado por qué ataca a los humanos cuando él se enamoró de una en el pasado. Satán responde haberse olvidado de aquella mujer y asegura que Rin tiene el mismo aroma que ella. Satán atrapa al joven y menciona que, al ser mitad demonio y humano, es la mera representación de lo anti-natural y retorcido, por lo que no debería existir. Por tal motivo, el Dios Demonio retuerce el cuerpo de Rin hasta arrancarle sus extremidades. El joven, incapacitado y ensangrentado, recuerda que durante mucho tiempo también pensó que su existencia no debía ser aceptada, no obstante, tras su viaje al pasado, comprendió el valor de su vida. De pronto, el cuerpo mutilado de Rin empieza a regenerarse y exclama que él, como todo ser vivo, tiene derecho a vivir.

Satán repele a Rin

El Exwire vuelve al ataque, pero es repelido por una barrera de Satán, el cual se muestra confundido ante las palabras de Rin y los vagos recuerdos sobre Yuri Egin, quien también pensaba que todos los seres vivos tenían derecho a vivir. La ira de Satán comienza a destruir la tierra y los exorcistas están en problemas, sobre todo, la Tropa Separada Anti-Satán, los cuales necesitan un terreno estable para poder disparar. De pronto, llega Beelzebub y su mascota, Belzébuth, para llevarse a Rin. Una vez reunidos los miembros de la Unidad de Élite Anti-Satán, piensan en el plan de contraataque definitivo. Primero, deberían encargarse de las rocas flotantes que obstaculizan la visión de la tropa de Yukio. Segundo, tendrían que anular la barrera de defensa que rodea al Dios Demonio ya que, todo aquel que intente acercarse, será repelido, tal como sucedió con el Rey de los Insectos, quien está completamente herido. Después de analizarlo meticulosamente, los exorcistas están listos para volver a la ofensiva.

Rin contraataca con Satan Blade

Lewin invoca a Vayu para lanzar el Gran Torbellino de Polvo y despejar todas las rocas flotantes, limpiando así el campo visual de Yukio, quien tiene a Satán en la mira. Seguidamente, Rin y Osceola ejecutan una emboscada con el Satan Bomb y la Cascada del Gran Sol. Si bien Satán consigue escudarse de los ataques, éstos crean una pequeña abertura la cual es aprovechada por Lucy, ayudada por Cheng-Long Liu, para lanzar una de sus Garras Negras directo hacia el Dios Demonio. Producto de las Garras Negras, Satán comienza a dormirse y su mente es invadida por múltiples recuerdos con Yuri Egin, dejándolo confundido. En tal estado, Rin aprovecha para usar su Satan Blade, manifestando una gigantesca espada de Llamas Azules con la cual ataca a Satán y lo inmoviliza. Finalmente, Yukio consigue disparar el Devil ☆ Vanisher y acertar el impacto.

Shiemi se presenta como Saio

Producto del impacto del Devil ☆ Vanisher, las Llamas Negras empiezan a expandirse alrededor de Satán, cuyo cuerpo comienza a sufrir graves heridas. De este modo, los exorcistas inician la fase final del plan de contienda e ingresan a Enpeira por su seguridad. Ahora, Mephisto Pheles y Shemihaza se encargarán de sellar al Dios Demonio, usando la cristalización del Emperador de la Creación. En ese momento, Shiemi Moriyama, bajo el título de Saio, se presenta al campo de batalla y toma el trabajo de mantener el Enpeira activo mientras que Shemihaza se encargaría del Dios Demonio. Con ayuda de Amaimon, Shemihaza llega hasta Satán, en donde también se encuentra Mephisto, quien se burla del poco tiempo que duró el recipiente de su padre, diciéndole que era hora de irse a dormir.

Shemihaza sellando a Satán

A continuación, Mephisto usa su Baumkuchen Tür ☆☆☆, conectando así el campo de batalla con el Jardín Celestial de El a través de su magia de tiempo y espacio. El plan consiste en sellar a Satán usando la cristalización del Emperador de la Creación, por ello, Shemihaza comienza a recitar haciendo que el árbol cristalizado extienda sus raíces y atrape al Dios Demonio en un intento por sellar su cuerpo con la tierra. Progresivamente, Satán es atrapado, pero el ritual parece ser doloroso para Shemihaza, la cual comienza a sangrar. Pese a los esfuerzos de la Grigori, Satán logra liberarse destruyendo completamente el cristal y genera una onda expansiva que destruye todo a su paso.

Lundström desgarra a Arthur

En medio de la catástrofe causada por la ira de Satán, Arthur decide poner fin a su batalla contra los hermanos Lundström y apuñala sus cuerpos usando el Angelic Ray, sin embargo, éstos desgarran el cuello del Paladín con sus últimos alientos, dejándolo fuera de combate. Sorpresivamente, la onda expansiva de Satán revierte su curso y arrastra a los exorcistas hasta un vórtice. Si bien todos los que están dentro de Enpeira están a salvo, la Tropa Separada Anti-Satán corre peligro por estar fuera de la barrera y observan como Rin es arrastrado directamente al interior del vórtice.

Rin perdona a Satán

Dentro del vórtice, Rin halla a un moribundo Satán, cuyo cuerpo se está destruyendo y no puede regenerarse, preguntándose por qué un Dios como él no es capaz de tener un cuerpo perfecto. A lo lejos, Lucifer se compadece del sufrimiento de su padre, asegurando que su recipiente no podrá aguantar mucho tiempo más. Negándose a la idea de volver a existir como un concepto, Satán se lanza desesperado hacia Rin y planea apoderarse de su cuerpo, no obstante, Rin no cede y lo derriba. En ese momento, el Exwire recuerda la razón por la cual él decidió ser un exorcista: derrotar a Satán y vengar la muerte de Shiro Fujimoto. No obstante, tras su viaje por el pasado, entendió que todos los seres vivos tienen derecho a vivir, y eso incluye a Satán. Por tal motivo, Rin perdona a Satán solo si promete que no volverá a hacer daño a la humanidad.

Satán derrotado

Tras escuchar la propuesta de Rin, Satán se niega a hacer las pases con la humanidad y cataloga como absurda la idea de un mundo armonioso entre humanos y demonios. Antes que tener que aceptar la ridícula tregua de Rin, Satán prefiere morir. El Dios Demonio expresa su envidia hacia Assiah, un mundo material, a diferencia de Gehenna, un mundo vacío. Satán señala querer vivir en un mundo material y él, como Dios, tenía el poder para crear uno, pero no se lo permitieron. Finalmente, el cuerpo de Satán alcanza su límite y estalla por completo. Mientras regresa a su forma conceptual, Satán recuerda todos los momentos que vivió con Yuri Egin, a quien le hecha la culpa por todas sus desgracias, puesto fue la mujer humana que no supo corresponder a su amor.

La Unidad de Élite Anti-Satán llega hasta Enpeira en donde atienden con urgencia a Arthur luego de sufrir daños graves durante su batalla. Tras ver el desastre que Satán causó, Lucy supone que Mephisto y Shemihaza fallaron sellando al Dios Demonio. Aún así, Lewin menciona que el cuerpo de Satán fue destruido pero, como resultado, se lanzó en búsqueda de un nuevo recipiente que pudiera contener su inmenso poder y empezó a corroer la Tierra.

De ahora en adelante...

Mephisto vislumbra un futuro posible

Producto de la calamidad del Dios Demonio, Mephisto se halla dentro de las entrañas de Satán, quien comenzó a absorber todo lo que lo rodeaba en busca de un nuevo cuerpo. El Rey del Tiempo se da cuenta que debe escapar rápido, de lo contrario, no podrá contarlo, además, nota como la energía explosiva generada por Satán logró distorsionar el espacio-tiempo. Por esta razón, comienza a vislumbrar un posible futuro.

En aquel futuro, dos años pasaron desde la calamidad de Satán. Arthur A. Angel continua siendo el Paladin, aunque quedó con una cicatriz tras su batalla contra los Lundström. Los demonios todavía asechan las calles y a los humanos, cobrándose numerosas víctimas. Sobre todo, en el último año, han incrementado su número y la Orden de la Verdadera Cruz supone que se trata del ejército liderado por el Rey Demonio, quien se ha convertido en la amenaza principal y más grande de los exorcistas. De los Exwire, el único superviviente fue Renzo Shima, quien se ha vuelto una célebre exorcista que participa en múltiples comerciales para fama y admiradores.

Noriko conversa con Sai

Por otro lado, Noriko Paku, como antigua Page de la Orden de la Verdadera Cruz, fue reclutada nuevamente como personal no combatiente. Sin embargo, no puede lidiar con la situación y abandona su puesto para visitar la Academia de la Verdadera Cruz, sabiendo que está siendo rastreada por incumplir la ley. Una vez llega a la academia, Noriko menciona que todo ha cambiado y no conoce a ningún estudiante pero, para su sorpresa, se encuentra con Sei Godaiin, a quien saluda alegremente. Sei no puede creer que Noriko esté viva y que, además, sea un miembro de la Orden. El joven menciona que la familia de Noriko debe estar orgullosa, pero ella cuenta que todos murieron, incluso sus amigos. Si bien la Orden lucha y protege a los civiles, Noriko supone que algo están ocultando sobre lo sucedido en la calamidad de Satán hace dos años, y ese presentimiento no la puede dejar tranquila. En ese entonces, llegan unos guardias de la Orden e intentan capturar a Noriko, quien huye lo más lejos posible.

El Rey Demonio

Pese a que logra escapar, los movimientos de Noriko están siendo rastreados y, eventualmente, es encontrada por los guardias de la Orden, quienes la amenazan con entregarse a la ley o, de lo contrario, sería multada y condenada a prisión. Sin otra alternativa, Noriko sale de su escondite y acepta las consecuencias pero, en ese momento, son sorprendidos por un ejército de demonios, liderados por más ni menos que el Rey Demonio. Los guardias de la Orden piden refuerzos y, de pronto, llega Malchidael de Aries, el primer signo de la legión, para encargarse personalmente del Rey Demonio. Éste menciona que también la estaba buscando y desea acabar con ella pronto. Malchidael sostiene que no permitirá al Rey Demonio seguir cobrándose la vida de personas inocentes y lo desafía a un combate para detenerlo. Por su parte, Noriko se esconde y atestigua los hechos.

El Rey Demonio asesina a Malchidael

Usando la protección divina de Armumahel, Malchidael salta y lanza su Lluvia de Meteoros de la Nada para acabar con los numerosos Hobgoblin. El Rey Demonio la embiste y luchan en al aire a una gran velocidad que Noriko solo puede ver destellos azules y negros en el cielo. Tras perder en el enfrentamiento aéreo, Malchidael se recompone y contraataca con su Cometa de la Nada, pero éste es eliminado por el Satan Slash del Rey Demonio. Tras ser derrotada, Malchidael suplica tenga piedad a la humanidad, a cambio de su vida. Sin compasión, el Rey Demonio asesina a la exorcista con su espada y luego la quema con sus Llamas Azules. El Rey Demonio todavía no está satisfecho y quiere asesinar al resto de guardias, quienes salen huyendo por sus vidas.

Noriko y Rin, el Rey Demonio

Tras su ataque, el Rey Demonio se quita su máscara y Noriko puede ver su rostro, reconociéndolo como su amigo, Rin Okumura. Ella se acerca al joven para saludarlo y le pregunta si en verdad es el Rey Demonio, un ser poderoso al que todos temen. Rin lo confirma, aunque no está orgulloso de serlo. Noriko recuerda que Rin no era el tipo de persona que dañaría a los demás, preguntándole por qué lo hace. Rin responde que dos años cambian mucho a una persona y es algo que ella también lo sabe más que nadie. Sin nada más que decir, Rin y su ejército se retiran, dejando a Noriko aún más confundida que antes.

Noriko llora sin consuelo

Después de su breve encuentro, Noriko camina sin rumbo y se encuentra con un antiguo restaurante, el cual ahora está destruido, en donde ella y sus amigos solían compartir momentos juntos. Tras recordarlos, Noriko comienza a llorar sin consuelo. Ella menciona haber tantas cosas que no entiende, como por qué Renzo se volvió una celebridad, por qué Rin se convirtió en el Rey Demonio y por qué todos sus amigos, incluida Izumo, tuvieron que haber muerto en la calamidad hace dos años. Finalmente, comprende que todo cambió y nada será como antes. Frente suyo, una puerta comienza a desprender un radiante rayo de luz y Noriko, intrigada, decide abrirla.

Mephisto repara la distorsión del espacio-tiempo

Luego de haber vislumbrado un posible futuro, Mephisto se recompone y usa su Shokolade Kleber para reparar la distorsión del espacio-tiempo producida por Satán. Mephisto ríe piadosamente, asegurando que faltó poco para que caiga ante la desesperación. Mephisto se cuestiona si lo que vio serán los sucesos que ocurrirán de ahora en adelante, señalando que el futuro cambia constantemente, por lo que existe la probabilidad. No obstante, como Rey del Tiempo, es alguien que conoce todos los futuros posibles y el que presenció no estaba entre sus conocidos. Sin tener una respuesta clara de lo que vislumbró, Mephisto afirma estar ansioso por descubrir qué sucederá a partir de ahora, riéndose como desquiciado mientras escapa del interior de Satán. Durante su hazaña, se topa con un inconsciente Rin Okumura, quien también fue víctima de Satán, y lo ayuda a escapar.

La última esperanza

Los Exwire sobreviven gracias a sus amuletos

Después de la calamidad del Dios Demonio, los miembros de la Tropa Separada Anti-Satán se hallan gravemente heridos, pero, para su fortuna, están con vida. Yukio se cuestiona cómo puede ser posible tal suceso y, de pronto, sus amuletos de la buena suerte comienzan a brillar intensamente. Igor reconoce aquella luz como la protección divina de Shemihaza la cual sólo se obtiene gracias al poder de uno de los Grigori, preguntándole a los Exwire de donde obtuvieron esos amuletos. Izumo recuerda que aquellos tréboles de cuatro hoja fueron un obsequio de Shiemi Moriyama durante la fiesta de navidad. En ese momento, llega Mephisto y un inconsciente Rin para llevarse a los miembros de la tropa, sorprendido de que éstos hayan sobrevivido. De pronto, observan como el Enpeira flotante se estrella contra la superficie y el grupo se dirige al lugar del impacto. En el camino, Rin despierta y asegura haber tenido una extraña pesadilla, la cual llama la atención de Mephisto.

Shemihaza confía su rol a la Saio

Dentro del Enpeira, la Saio Shiemi se disculpa por no poder mantener más tiempo la barrera a flote, razón por la cual tuvo que aterrizar de manera forzada. Lucy expresa que la situación es horrible, puesto que más de un tercio de sus tropas fueron asesinadas, más de la mitad de los restantes se encuentran lesionados y, para colmo, la moral está decayendo. El grupo de Mephisto llega hasta Enpeira, así como también Shemihaza y Amaimon, aunque estos dos últimos se hallan gravemente heridos. Shemihaza se desploma en el suelo y cuenta que Satán está destruyendo gradualmente la Tierra para acabar con la humanidad, expresando que toda el área circundante se ha vuelto su territorio y su corazón está en el centro de la fortaleza. Con sus últimas fuerzas, entrega a la Saio el único fragmento que queda de la cristalización de Shemihaza, el cual será la última esperanza para sellar a Satán. De este modo, Shemihaza vuelve con urgencia al Vaticano y transfiere su rol a la Saio.

Shiemi revela ser la descendiente de Shemihaza

Tras ver como Shemihaza, Mephisto y el Paladin han caído en la guerra, los exorcistas pierden la fe y renuncian a la idea de seguir peleando una batalla que, consideran, ya está perdida. Osceola intenta calmarlos y poner un poco de orden, recordando que Shemihaza dejó todo en manos de la Saio. No obstante, los exorcistas consideran que la Saio no tiene el poder suficiente para cumplir con su rol y la menosprecian. De pronto, la Saio se quita su máscara y exclama ser hija de la nonagésima Shemihaza, Emperador de la Creación, de nombre Shiemi Moriyama. La Saio se niega a defraudar a su madre, quien confió en ella, y pide a los exorcistas su fuerza para pelear. No obstante, nadie confía en ella y la juzgan por ser una niña joven e inexperta. Repentinamente, muchos exorcistas prefieren largarse y regresar con sus familias antes que morir en una batalla perdida. Al ver que todos se retiran y no puede convencer a nadie, Shiemi se descompone pero, de pronto, sus amigos Exwire corren hacia ella.

Shiemi se vuelve a reunir con sus amigos

Después de mucho tiempo sin saber de su amiga, Izumo abraza a Shiemi llorando, afirmando haber sentido miedo por nunca más volver a verla después de aquella repentina despedida. Ante el emotivo encuentro con sus amigos, Shiemi también llora porque todos están juntos, inclusive Yukio, asegurando estar tan feliz que teme estar soñando. El emotivo encuentro es, de pronto, interrumpido por Lewin, quien desea mantener a salvo la vida de los más jóvenes y solicita que se retiren del campo de batalla de inmediato, antes de que el portal que conecta con el Vaticano se cierre definitivamente. Lewin recuerda que están en territorio de un poderoso enemigo y la muerte está casi garantizada. Osceola y Lucy se unen a Lewin, pidiendo a los Exwire que valoren sus vidas y regresen a sus hogares.

Los Exwire se quedan para pelear

Ante el pedido de sus mayores, Izumo pregunta a Shiemi si ella también volverá a casa, pero ésta responde que su rol como Saio le impide regresar, ya que debe quedarse a cumplir la tarea que Shemihaza le confió. Con mucha valentía, Shiemi pide a sus amigos que regresen y promete protegerlos a todos como la sucesora de Shemihaza, diciéndoles que deben vivir. Sin embargo, sus amigos se niegan a abandonarla y deciden quedarse, conociendo los riesgos, y pelear al lado de su amiga. Lewin, Osceola y Lucy aseguran que buscaron una excusa para hacerlos regresar y priorizar sus vidas, ya que no soportarían ver a unos jóvenes morir en guerra. Rin exclama no gustarle la idea de pelear para morir, y decide cambiarla a pelear para vivir, levantando así la moral de sus amigos. Yukio sostiene que, pese a sus cortas edades, son exorcistas que pueden decidir por sí solos. Sabiendo esto, Lewin los acepta admirado por sus valientes espíritus.

La fortaleza de Satán

Mientras que el grupo de Osceola se queda a preparar una comida para levantar la fuerza y ánimo de los exorcistas, el equipo de reconocimiento, formado por Lewin, Ryuji y Mephisto, sale a investigar los alrededores. El grupo encuentra la fortaleza de Satán, en donde reside su corazón, pero no pueden acercarse a él. Además, notan que está siendo custodiado por helicópteros de los Illuminati. Mephisto cuenta que no pueden pedir más refuerzos a otras sedes de la Orden, puesto que la expansión y corrosión de Satán alcanzó a todos los rincones del mundo. Tras saberlo, Lewin está seguro que, sea cual sea el resultado final, la Tierra sufrirá cambios drásticos.

Rin se desahoga con Yukio

Fuera del Enpeira, Yukio halla a su hermano solitario y pensativo e intenta hablar con él. El exorcista cuenta que ya aprendió la importancia de hablar con las personas y no guardar ningún secreto, sobre todo a su familia. Entonces, Rin se desahoga y cuenta a su hermano que él habló con Satán antes que cambiara de forma. En aquel entonces, intentó hacer las paces con él, pero fue rechazado con sucias palabras que lo dejaron pensando. Yukio le recuerda que Satán es un demonio y, como tal, sus palabras siempre buscarán la manera de dañar la mente y corazón de las personas, diciéndole que debe ignorarlo. Además, sostiene que Rin ha trabajado mucho por dominar sus Llamas Azules y ayudar a la gente, razón por la que no debe sentirse consternado. La charla con su hermano hace sentir mejor a Rin, quien vuelve a tener sus ánimos de siempre y agradece por brindarle sus consejos.

Los adultos hablan del futuro

Cuando la comida está lista, los exorcistas se reúnen para compartir un plato de curry. Por un lado, los adultos hablan sobre sus seres queridos, a quienes extrañarán si llegan a morir en guerra. Lucy dice no importarle morir, puesto tuvo una vida plena, aunque Liu está seguro que su abuela no morirá tan pronto. Shura, quien tiene una segunda oportunidad de vida, se lamenta por no haberse casado con alguien y supone que Igor sí lo está, por lo que pregunta qué se siente. No obstante, él cuenta que su esposa falleció y, si muere, finalmente se reunirá con ella. Después de disculparse por su inadecuado comentario, cuestiona a Osceola al respecto. Él responde haber estado casado cuando era joven, tampoco tiene hijos, sin embargo, cuidó de Lewin Light por casi diez año, así que no considera que su vida haya sido solitaria. Shura comprende su sentimiento, debido a que ella también vela por los hermanos Okumura.

Los Exwire comparten una comida juntos

Por otro lado, los Exwire conversan sobre qué harán después que la batalla termine. Ryuji, Izumo y Konekomaru están de acuerdo en seguir estudiando para convertirse oficialmente en exorcistas, idea que Renzo cataloga como aburrida, porque considera deben hacer algo que siempre quisieron y anhelaron con todo su ser. Cuando le preguntan qué hará, responde querer convertirse en una celebridad, causando la risa de sus amigos. Rin sostiene querer probar diversas comidas y recuerda que, durante su viaje al pasado, solo consumió los mismos dulces de Mephisto por medio año. Shiemi cuenta que algo similar ocurrió con ella, quien viajó por un año y medio a otra dimensión para entrenar y, ahora, ella tiene dieciocho años. Tal noticia deja asombrado a sus amigos, quienes sostienen se convirtió en la hermana mayor del grupo.

Izumo y Shiemi hablan sobre Rin

Después de la cena, los Exwire reciben órdenes para ir a descansar. Antes de despedirse, Izumo encara a Shiemi para preguntarle si ella está enamorada de Rin Okumura. Sonrojada y alterada, Shiemi lo confirma, aunque le pide que guarde silencio. Izumo intenta animarla para que confiese sus sentimientos antes de la batalla final, puesto que podría morir y se arrepentirá de no haberlo hecho. Pero Shiemi asegura no ser el momento perfecto para hablar de sentimientos. Izumo la llama cobarde por no tener el coraje de confesar su amor y, sin más que decir, se despide de Shiemi, dejándola pensativa. Ryuji y Renzo, quienes escucharon la conversación, sostienen que fue muy ruda con la pobre Shiemi, aunque Izumo solo intenta ayudarle.

Lewin y Ryuji espían a los Illuminati

Mientras tanto, en la fortaleza de Satán, los supervivientes de los Illuminati se reúnen. Egyn sorprende a Iblis, la cual lo abraza pensando que su querido hermano estaba perdido. En ese momento, llega Astaroth luego de haber adquirido una forma humana, afirmando estar listo para servir a su querido padre. Sin embargo, Lucifer cuenta que éste perdió su cuerpo y comenzó a dispersarse en una forma no humana por toda la Tierra, creando así una fortaleza con su corazón actuando como núcleo. A través de ella, su padre está invadiendo y destruyendo todos los rincones de Assiah, cumpliendo así las plegarias de los Illuminati. De pronto, Homare repele a un par de Sylph que fueron enviadas por Lewin Light para intentar espiar sus planes.

Lucifer ordena proteger la fortaleza de Satán

Lucifer está seguro que la Orden intentará infiltrarse en la fortaleza de Satán para destruir su núcleo, su corazón. El Rey de la Luz cuenta que la fortaleza está diseñada por una puerta principal, tres contrafuertes, un inmenso laberinto y una muralla de quinientos metros de altura que rodea todo el perímetro. Lucifer expresa que la única manera de ingresar a la fortaleza es a través de la puerta principal o los contrafuertes, puesto que si alguien intenta escalar la muralla o volar encima del laberinto, morirán inmediatamente por las Llamas Azules, producto de una maldición. Por ello, supone que la Orden emboscará en aquellos cuatro puntos, los cuales deberán estar protegidos en todo momento. De pronto, Lucifer nota como uno de sus soldados está siendo parasitado por un Ghost, y lo elimina de inmediato. Esto es obra de Lewin Light, quien consigue reunir así toda la información que necesita sobre la construcción de la fortaleza y está listo para diseñar un plan de contraataque. Lucifer ordena a sus subordinados proteger el corazón de Satán para que la victoria sea suya.

El juego de Satán

El plan de asedio a la fortaleza de Satán

A la mañana siguiente, los exorcistas notan que el techo de Enpeira se estaba desvaneciendo, confirmando así las sospechas de Lewin sobre el debilitamiento de la barrera. Más tarde, gracias a la información que obtuvo la noche anterior cortesía de los Illuminati, Lewin reúne a los exorcistas para explicar el plan de asedio a la fortaleza de Satán, cuyo objetivo principal será el de destruir o sellar el corazón del Dios Demonio que se halla en el centro de la fortaleza. En cualquier caso, destruirlo no será sencillo, explicando que hay tres acciones que están prohibidas. La primera, usar habilidades de vuelo, puesto resultará en la muerte instantánea. La segunda, escalar la muralla, ya que serían envueltos en Llamas Azules hasta la muerte. Y tercero, no pueden usar demonios de alto nivel. Lewin explica que la fortaleza consta de una entrada principal, tres contrafuertes y un laberinto, rodeado por una muralla.

Los equipos para el asedio

Para el asedio, se dividirán en seis equipos de la A hasta la F. El equipo A, formado por Osceola Redarm, Shura Kirigakure, entre otros, tendrán la tarea de emboscar al enemigo en la entrada principal, permitiendo al equipo B tomar la oportunidad para abrir la puerta e ingresar al laberinto. Mientras tanto, el equipo C, constituido por Lucy Yang, Cheng-Long Liu, entre otros, el equipo D, conformado por Beelzebub, Renzo Shima, entre otros, y el equipo E, compuesto por Lewin Light y Ryuji Suguro, tomarán los tres contrafuertes. En la cima de cada uno de ellos, se halla un altar en forma de llama el cual, al ser destruido, el corazón de Satán que está flotando en el centro se debilitará y caerá.

Lewin explica el juego de Satán

Entonces, el equipo B, formado por Yukio Okumura, Rin Okumura, Shiemi Moriyama, Amaimon, Mephisto Pheles, Izumo Kamiki, Igor Neuhaus y la guardia Grigori, se abrirá paso por el laberinto y llegará para destruir o sellar el corazón de Satán. Mientras todo esto ocurre, el equipo F, compuesto por Konekomaru Miwa y Kuro, se encargarán de las logísticas y de esparcir los efectos del Enpeira por el perímetro de la fortaleza. Después de explicar la estrategia, Lewin está seguro que no saldrá tal cual lo planeó, sin embargo, deben apostar sus esperanzas al plan y confiar que funcione. Tras anunciar que el camino estará repleto de acertijos y trampas, Lewin asegura que la fortaleza no es más que un juego diseñado por Satán, el cual quiere que jueguen con sus reglas. Sin más tiempo que perder, los exorcistas toman sus posiciones y se preparan para el asalto.

Los exorcistas se mueven hacia la fortaleza de Satán

Antes de marcharse con sus respectivos equipos, los Exwire conversan una vez más. Izumo se disculpa con Shiemi por haber sido tan directa y grosera intentando hacer que hable de sus sentimientos con Rin. Shiemi agradece su preocupación y asegura que tomó la decisión de no hablar de su amor durante la batalla, no obstante, una vez termine, ella invitará a al muchacho a una cita, conformando a su amiga. Por otra parte, Yukio nota a su hermano pensativo e intenta ayudarlo, pero cuando Rin menciona estar preocupado por el amor de Shiemi, él lo ignora pensando que debe arreglar esos asuntos él solo. Luego, Lewin solicita a los equipos tomar sus posiciones y los Exwire se despiden, prometiendo volver a reunirse para comer ramen juntos. Finalmente, con todo listo, los exorcistas se dividen y comienzan su movimiento hacia la fortaleza de Satán.

Te ruego me guíes, Taiowa

Al llegar a la fortaleza de Satán, Lewin solicita a cada equipo priorizar el logro de sus objetivos, pidiéndoles que, una vez completados, se reúnan en el centro de la fortaleza porque destruir el corazón del Dios Demonio requerirá un esfuerzo colectivo.

Osceola y Shura, en el equipo A

Por un lado, el equipo A y B están en la entrada principal de la fortaleza observando, desde lejos, que está siendo custodiada por un ejército de demonios, no obstante, no había ninguno de los Ocho Reyes. Mientras se preparan para entrar en combate, Rin y Yukio se sienten atraídos por una comida especial que tenía Osceola en su bolsillo. El exorcista cuenta que se llama Grito de Guerra y, aunque parezca un dulce, es su arma secreta para la batalla. Después de que el equipo B se retira para tomar posición, Osceola le dice a Shura que Shiro Fujimoto crio a unos buenos hijos y desea poder dejarle por escrito muchas recetas a Rin, aunque Shura asegura que Rin es más de lo práctico que lo teórico. Luego, Lewin sospecha que Osceola planea usar su Grito de Guerra, prohibiéndole hacer semejante cosa.

El equipo A entra en combate

Con todo listo, el equipo A creará una distracción atacando el frente para que el equipo B pueda ingresar por la puerta principal. No obstante, la misma está siendo custodiada por un numeroso ejército de demonios liderados por Amon y Asmodeus, familiares del Rey del Fuego, Iblis, quienes tienen órdenes de matar a cualquiera que intente acercarse. Los exorcistas reconocen a los líderes como oponentes poderosos y se preparan para entrar en combate. Shura empuña su Colmillo, con el cual solo podrá realizar un total de siete técnicas especiales antes de que se desvanezca la protección divina del General Frost y se convierta en una simple espada. Por su parte, Osceola se equipa con su Qaletaqa Halcón Divino, el cual le brinda un escudo de agua para defenderse de los ataques de fuego.

Osceola pelea contra Amon

De esta manera, los exorcistas se lanzan al ataque, acabando con los Muspell, Salamander y resto de demonios. Amon interfiere lanzando un potente proyectil de calor, el cual es evaporado gracias al Qaletaqa Halcón Divino de Osceola. El exorcista golpea con su puño al enemigo, pero no es rival para éste, quien osa ser el Rey del Sol. Pese a tener una armadura de agua defensiva contra el fuego, Amon la atraviesa e inflige daños severos en el brazo de Osceola, el cual contraataca y lo manda a volar. Mientras tanto, Asmodeus está relajado viendo pornografía en su celular, cuando nota que el equipo B está preparando su movimiento.

Shura frente a Asmodeus

Para permitir al equipo B avanzar en su camino, Shura usa sus Escamas de Serpiente creando un muro de hielo que divide el campo de batalla. Con esta distracción, el equipo B avanza hacia la puerta principal y Shura se encarga de derrotar a los Reaper y Salamander que lograron infiltrarse en su muro. De pronto, la exorcista es golpeada por un ataque enemigo y Rin quiere auxiliara, no obstante, Yukio prioriza el plan y abandona a Shura, para desagrado de su hermano menor. Frente a Shura, se presenta Asmodeus el cual asegura que no puede ignorar la belleza de una joven mujer, de lo contrario, no estaría honrando a su título como Rey de la Lujuria.

Asmodeus atacado por Shura

Asmodeus sostiene tener un olfato agudo y analiza a Shura con su sentido. Concluye que es tan joven como tan vieja, tan fría como tan caliente y tan rebosada de vida como de muerte. Tras su devolución, Asmodeus afirma que aquel perfecto balance en Shura hace que se sienta atraído por ella. En respuesta, la exorcista dice no estar interesada y ataca al demonio clavándole agujas de hielo en todo su cuerpo, las cuales no representan ningún daño para el Rey de la Lujuria. Como tal, menciona amar el dolor, puesto es una evidencia de estar vivo, y pide a Shura que le brinde más y más dolor. Seguidamente, la ataca con su kanabo llameante y Shura lo evade diciendo que está loco.

Rin y Yukio escalan la muralla

Mientras tanto, Rin reprocha a Yukio por haber abandonado a Shura, pero su hermano responde que priorizó la misión tomando una decisión sensata para no comprometer la misión. Una vez reunidos con el resto de equipo B, se encuentran con su primer obstáculo, abrir la puerta principal, la cual no cedió ante los poderes de Amaimon ni la guardia Grigori. Luego, hallan una trituradora de carne que conecta con la entrada y suponen que deben sacrificar a una persona para usar su sangre y abrir la puerta. Negándose a la idea de sacrificar una vida, Rin propone escalar la muralla para echar un vistazo por dentro, junto a su hermano Yukio quien también resiste las Llamas Azules.

Osceola es abrumado por Amon

Al mismo tiempo, el equipo A sigue luchando en la puerta principal. Amon golpea con fuerza a Osceola, provocando que su valioso anillo de esmeralda se rompa, volviéndose un loco y violento fuera de control. Encolerizado, Amon tortura a Osceola hasta arrancarle su brazo izquierdo con una explosión. Después del atentado, Amon asegura estar agotado y necesitar un reinicio, por lo cual, planea explotar su corazón con el fin de crear una supernova y aniquilar con todo en un radio de diez kilómetros. El demonio piensa que, con tal hazaña, tal vez Iblis y su padre, Satán, se sientan orgullosos de él. Osceola no entiende por qué sacrificar su vida por algo tan insignificante como el reconocimiento, pero Amon se muestra decidido, como Rey del Sol, y asegura tener listo un nuevo recipiente para poseer.

Shura exhausta ante Asmodeus

Rin y Yukio escalan la muralla y observan como hay un enorme abismo cruzando la puerta principal, suponiendo que solo es una trampa y que Satán está jugando con ellos. Después de un tiempo analizando el panorama, los hermanos encuentran una entrada secreta y llaman al equipo B, quienes deben trasladarse nuevamente. En su camino, se topan con la batalla entre Shura y Asmodeus. Éste menciona que los demonios de su rango, como Amon, no son tan fuerte como los Ocho Reyes, no obstante, los recipientes que poseen perduran más tiempo y encontrar un reemplazo es relativamente sencillo. Por eso, no le teme al dolor ni a la muerte, lanzando su kanabo llameante hacia el equipo B, destruyendo sus vehículos. Shura vuelve a crear un muro con sus Escamas de Serpiente para proteger al equipo mientras se trasladan a pie, en consecuencia, se queda sin fuerzas para continuar peleando. Asmodeus asegura sentir gusto por el sufrimiento ajeno, por lo tanto, ignora a la exorcista y se dirige a destruir el muro que creó para interceptar a los miembros del equipo B y matarlos frente suya.

Osceola forma una familia

Moribundo en el suelo, Osceola empieza a recordar su vida. Cuando era niño, su madre le habló sobre su dios, Taiowa, creador de todo lo que habita en la tierra. Según sus tradiciones, todos los humanos se convierten en parte de Taiowa después de su muerte y, desde temprana edad, a Osceola le intrigó saber cómo moriría. Cuando se volvió un adulto, abandonó su comunidad y vagó por el mundo en busca de su muerte. Protegido por los espíritus, Osceola fue hasta donde sus pies y sentimientos lo llevaron. Conoció la Orden de la Verdadera Cruz y se unió a ella. Se casó, formó una familia y, poco a poco, fue olvidando su obsesión con la muerte.

Osceola conoce a Lewin

Cuando todo en su vida comenzó a ir bien, ocurrió una tragedia. Su pequeña hija había falleció en un accidente. Sumido en el dolor y el sufrimiento, Osceola se refugió en el alcohol y el trabajo, descuidó a su esposa y, al final, se quedó solo. Nuevamente, buscó dónde morir. Pero entonces, durante cierta misión como exorcista de la Orden, el destino puso a Lewin Light frente a él. Osceola encontró a Lewin, única víctima superviviente de un culto que adoraba demonios. Intentó interactuar con el pequeño y ofreció su ayuda, pero Lewin respondió con violencia asegurando que ningún demonio lo había poseído. Sorpresivamente, invocó al Rey de los Espíritus, Azazel, como medio de defensa. Osceola reconoció el talento del muchacho quien, con tan corta edad, fue capaz de invocar a uno de los Ocho Reyes. Además, se dio cuenta que no podía abandonarlo. Por lo tanto, se se convirtió en su tutor y, desde entonces, su vida se volvió mucho más interesante.

Osceola desgarra a Amon

Tras recordar su vida y a su rayo de esperanza, Osceola usa su arma secreta para detener a Amon y evitar que use su Supernova. Anunciando que el día de su muerte finalmente llegó, el exorcista consume su Grito de Guerra, aún cuando Lewin le prohibió hacerlo. De esta manera, Osceola utiliza su Qaletaqa Taiowa, adquiriendo un cuerpo y fuerza bestial con el cual domina completamente a Amon. Los hermanos Okumura son testigos de cómo la bestia machaca al Rey del Sol, preguntando Rin por qué luce como una persona distinta. Yukio cuenta que se debe a su Grito de Guerra, un alimento que usa un estimulante espiritual para impulsar una mejora física por medio de una posesión demoníaca. Sin embargo, la Orden prohibió su uso porque, a cambio de una habilidad de combate bestial, el usuario pierde su humanidad y muere. Amon intenta contraatacar pero ninguno de sus ataques de fuego surten efectos en Osceola, quien sujeta al demonio y empieza a retorcer su cuerpo hasta desgarrarlo por la mitad.

Shura congela a Asmodeus

Después de acabar con Amon, Osceola se dirige a interceptar a Asmodeus, el cual estaba arrinconando al equipo B. Antes de que pudiera llegar hasta él, es atrapado por el mismo Amon, el cual se niega a rendirse aún con su cuerpo mutilado. El Rey del Sol contraataca con dagas de fuego, que apuñalan el cuerpo del exorcista y se funden con él en una explosión masiva. En paralelo, el Rey de la Lujuria logra destruir el muro de hielo que creó Shura y se dirige al equipo B con intenciones de matarlos y llevar sus cuerpos como regalos para Iblis. Rápidamente, el equipo B ingresa a la fortaleza por la entrada secreta que encontraron los hermanos Okumura. Mientras tanto, Rin y Yukio se quedan a interceptar al intimidante demonio. Antes de que pudiera hacerles algo, Asmodeus es congelado completamente por el Colmillo de Shura, la cual solicita a los hermanos que avancen y prioricen la misión.

Osceola divide la tierra

Aumentando su temperatura corporal, Asmodeus logra derretir el hielo y escapar, señalando disfrutar del dolor que está experimentando. Para mantenerlo alejado del equipo B, Shura cierra la entrada secreta con las Escamas de Serpiente, evitando así también que los hermanos Okumura regresen para ayudarla. Debido a las reiteradas veces que usó sus poderes, Shura yace exhausta en el suelo, aprovechando el Rey de la Lujuria para torturarla arrancando sus uñas, las cuales menciona se quedará como recuerdo. La tortura es de pronto interrumpida por Osceola, quien ha sobrevivido al ataque de Amon. Usando los poderes demoníacos de Taiowa, Osceola manipula la tierra, abriéndola y dejando caer en el vacío al Rey del Sol. Cuando intenta atrapar al Rey de la Lujuria, éste se aferra a Shura para arrastrarla a ella también.

Shura encierra a Asmodeus

De pronto, Asmodeus recibe un disparo de las Pistolas Armumahel, cortesía de Yukio, quien disparó desde la distancia para auxiliar a Shura. Gracias a su ayuda, la exorcista logra librarse del demonio, cayendo este último al vacío junto a Amon. Resignado a perder y lleno de cólera, Asmodeus escala por los muros intentando salir para vengarse de la persona que le disparó e interrumpió su diversión. En respuesta, Shura usa su Vacío Absoluto, creando un piso de hielo y evitando así que el demonio pudiera salir. Tras esto, Osceola vuelve a cerrar la tierra, sellando a Amon y Asmodeus en su interior.

La promesa de Osceola y Lewin

Finalmente, el trabajo para el equipo A termina, puesto derrotaron al enemigo en la vanguardia y permitieron al equipo B ingresar al interior de la fortaleza. Shura agradece a Osceola por haberla ayudado y luego le pasa el intercomunicador para que hable con Lewin. Tras escuchas la voz de su amigo preguntando si iba a morir, recuerda la promesa que hicieron juntos. En aquel entonces, Osceola cuidaba a Lewin y temía que estuviera menospreciando su vida. No obstante, no tenía derecho a reclamarle nada cuando él también lo hacía. Ambos hablaron sobre sus metas a futuro, pensando que de esa manera podrían valorar más sus vidas. Osceola afirmó no tener ninguna, en cambio, Lewin quería proteger al mundo de todo mal. Tras conocer la noble meta del joven, Osceola le prometió valorar su vida y no morir hasta el día en que lo viera salvar al mundo. Aquella promesa hizo tan feliz a Lewin, que Osceola terminó llorando puesto fue la primera vez que lo vio sonreír.

El momento final de Osceola

Mediante el intercomunicador, Lewin le recuerda a su amigo la promesa que hicieron, señalando que todavía no debe morir. Osceola responde que Lewin ha sido siempre alguien capaz de salvar al mundo y, por eso, fue un honor luchar a su lado. Recordando sus momentos más felices, asegura que su sacrificio salvó la sonrisa y el futuro de sus seres queridos y, ahora, su cuerpo se volvería parte de Taiowa. Finalmente, el cuerpo de Osceola se empieza a agrietar y a convertirse, poco a poco, en polvo que se esparce por el cielo.

Tras el sacrificio de su querido amigo y tutor, Lewin no se inmuta y sigue su camino, asegurando que no tienen tiempo que perder. Cuando se voltea, encuentra a Ryuji llorando. Tras preguntar el por qué, el Exwire responde que llora porque su maestro no lo hace. Ante el gesto de su discípulo, Lewin lo aprecia y agradece con una sonrisa.

Trampa mortal

El equipo B llega al laberinto

Gracias a los esfuerzos del equipo A, el equipo B logra adentrarse en el laberinto de la fortaleza. Mediante el intercomunicador, Lewin informa a todos los equipos el sacrificio de Osceola Redarm, desanimando a los exorcistas. Pese a la dura noticia, Igor solicita concentrarse, puesto que se hallan dentro de Satán. Tras observar el lugar donde estaban, Rin lo compara con la Academia de la Verdadera Cruz, sin embargo, Igor asegura asimilarse más a una recreación del Asylum, una institución que la Orden clausuró después de la Noche Azul y cuyos registros son confidenciales.

Igor explora el laberinto

Verificando cada una de las puertas, el equipo concluye que todas están conectadas a un camino diferente, lo que indicaría que ingresarían al interior del laberinto. Para asegurar esta teoría y, en dado caso, buscar el camino seguro, Igor invoca a sus familiares, Naberius, para que exploren el laberinto. Mientras tanto, el equipo B halla un monumento con una enorme flecha que apuntaba hacia arriba. Si bien intentan descifrar su mensaje, no concluyen nada. En ese entonces, Shiemi alerta a su equipo que ha visto a una persona asomarse por una de las puertas pero, al ser la única en atestiguarlo, supone que tal vez fue su imaginación.

Lucy ante la pérdida de Osceola

Simultáneamente, el equipo C continúa su camino hacia uno de los tres contrafuertes de la fortaleza. Tras el sacrificio de Osceola, Lucy menciona haber perdido a un hombre digno de confianza y a quien, consideraba, su amuleto de la suerte. Liu pregunta a su abuela qué ocurría, puesto que no era propio de ella desanimarse. Lucy señala que la muerte de su amigo fue un duro golpe, además, está tan herida que su vida depende de su talismán. En dado caso de que éste se rompa, moriría al instante. Pese a la revelación, Liu asegura que no morirá y discuten al respecto, como de costumbre. Luego, observan como están siendo perseguidos por varios helicópteros de los Illuminati, teniendo la anciana un mal augurio.

Iblis desata su poder

Cuando el equipo C llega al contrafuerte, hallan uno de los altares en forma de llama que deben destruir para completar su objetivo. No obstante, el mismo está siendo custodiado por uno de los Ocho Reyes Demonio, el Rey del Fuego, Iblis. Sin preámbulo alguno, Iblis desata todo su poder contra los exorcistas, convirtiendo el suelo en lava y atrapando a varios exorcistas en él, quemándolos hasta las cenizas. Lucy se impulsa para salvar a un par de ellos pero, en consecuencia, termina en medio de la lava. Iblis asegura que le devolverá el favor y quema su valioso talismán que la mantenía con vida. Tras la pérdida de su talismán, Lucy sufre daños mortales y es envuelta en las llamas del Rey del Fuego, rostizando su cuerpo por completo. Luego de la masacre, Iblis ríe desquiciadamente, mientras los restos de sus víctimas caen en su mar de lava.

Iblis rebosa de poder

Ante el ataque a Lucy, Liu no quiere creer que su abuela esté muerta, puesto se suponía que era alguien inmortal. Iblis continúa riéndose como desquiciada y se burla de los exorcistas, ya que la maldición de Satán, se supone, debía debilitar el poder de los Ocho Reyes Demonio, sin embargo, ella está rebosando de poder, lo que prueba que el Dios Demonio está de su lado. Liu y su equipo intentan desafiarla, pero el Rey del Fuego no quiere lidiar con basuras insignificantes y los atrapa en su mar de lavas, alegando Liu que su poder es abrumador.

Rin cae en la trampa

Mientras tanto, el equipo B continúa explorando el laberinto. Rin y Yukio escalan los muros para tener una vista aérea del lugar y notan que están dentro de un largo pasillo, sin embargo, no pueden ver qué había más adelante porque estaba muy oscuro. Por otro lado, los familiares de Igor regresan del laberinto y aseguran que todos los caminos conducen a un final sin salida, sin mencionar que están llenos de trampas. Tras descartar el laberinto como camino seguro, Rin propone ir a revisar él solo el oscuro pasillo y su hermano le pide que reporte todo lo que encuentre en su camino. Sin otra alternativa por dónde avanzar, el equipo B todavía intenta descifrar el significado de aquel monumento en forma de flecha. Al final, Rin se topa con un callejón sin salida y se da cuenta que cayó en una trampa. De pronto, una enorme criatura con sierras lo persigue y el Exwire no tiene más alternativa que regresar hasta donde estaban los demás, pero la criatura lo persigue.

La guardia Grigori se sacrifica

Rin alerta del peligro a su equipo, quienes notan que las paredes y puertas se estaban derritiendo, por lo que no había por dónde escapar. Eso significaba que la única salida debía ser el monumento en forma de flecha. Tras levantarlo con fuerza, una nueva puerta emerge del suelo, otorgándoles una chance para huir. No obstante, la puerta debe ser levantada por cuatro personas en todo momento, de lo contrario, la misma caería. Por tal motivo, los cuatro miembros de la guardia Grigori deciden tomar el trabajo y sacrificar sus vidas. Cuando Shiemi intenta detenerlos, los guardias exclaman que su trabajo es protegerla con sus vidas. Sin tiempo que perder, el equipo B acepta la amarga decisión y atraviesa la puerta, junto a Rin en última instancia. Por su parte, los cuatro miembros de la guardia Grigori son asesinados por la criatura con sierras.

El equipo F es perseguido

Después de atravesar la puerta, el equipo B consigue salir del laberinto y se encuentra ahora en una nueva zona, sin embargo, tuvieron que sacrificar a cuatro de sus miembros. A continuación, reportan a Lewin Light su situación actual, el cual solicita que avancen con cuidado. Al mismo tiempo, el Arc Knight quiere saber el estado de los demás equipos, obteniendo respuestas afirmativas de todos a excepción del equipo C, en donde nadie responde, preguntándose Lewin si algo le sucedió a Lucy. De pronto, el equipo F, reporta estar siendo perseguido por unos extraños tentáculos. Lewin explica que se trata del sistema de defensa de Satán, el cual reaccionó ante la antena del Enpeira que estaban llevando. También le solicita a Konekomaru y Kuro que sigan distrayéndolo y, si la cosa se complica, se retiren de inmediato.

Renzo quiere destacar frente a la prensa

Sorpresivamente, el equipo D avista un par de helicópteros que no pertenecen a los Illuminati, sino más bien a la BBB News, el noticiero más relevante del mundo, quienes están transmitiendo en vivo desde la zona del desastre. Mientras tanto, la situación en el mundo es cada vez peor. Jeremiah Uzai tuvo que salir a hablar ante la prensa diciendo que la catástrofe global era producto de la manifestación de Satán y que la Orden de la Verdadera Cruz estaba aplacando la amenaza. No obstante, no había forma de calmar a la gente y al desastre que estaban desatando en las calles. Tras saber que la prensa estaba en vivo, Renzo piensa en buscar una manera de destacar.

Egyn observa a Beelzebub

En ese entonces, el equipo D observa asomarse otro helicóptero, pero esta vez sí era de los Illuminati. De pronto, Beelzebub, el cual estuvo durmiendo todo el tiempo, se despierta, puesto que siente la presencia de Egyn. Por su parte, el Rey del Agua aterriza frente a la antorcha y escucha como el Rey de los Insectos se acerca a él, preguntándose si todavía sigue enojado, dando a entender que ambos tienen asuntos del pasado que arreglar. En ese momento, Egyn siente como su hermana, Iblis, estaba peleando en otro contrafuerte.

Iblis en el pasado

Por otra parte, Iblis consigue aniquilar a todos los miembros del equipo C en su mar de lava, jactándose de su hazaña, poder y belleza. Mientras tenga la gracia divina de Satán de su lado, Iblis exclama ser invencible y aniquilará también a quienes osen enfrentar a su pequeño y tierno Egyn. El Rey del Fuego, de pronto, recuerda su pasado, cuando era una mujer peligrosa, fuerte, hermosa y perfecta. Durante aquellos tiempos, Iblis jugaba con los hombres. Una vez, por diversión, tuvo un hijo con uno de ellos. Ella siempre amó a los niños, porque eran tan tiernos y llenos de alegría. Sin embargo, odiaba verlos envejecer, por eso, mató con sus propias manos a su hijo cuando éste se volvió un anciano. Iblis se cuestionó qué pasaría con ella, ya que no quería cambiar de cuerpo por otro, como Asmodeus o Amon, y tampoco quería dañar su belleza y sufrir como su hermano, Lucifer. Negándose a la idea de envejecer, volverse senil y débil, Iblis deseó ser joven y hermosa por toda la eternidad.

Iblis es engañada por los exorcistas

Repentinamente, Iblis observa horrorizada como su cuerpo se agrieta, arruga y vuelve viejo, preguntándose qué había sucedido, hasta que descubre que Lucy Yang seguía con vida. La Arc Knight cuenta que su plan era poner a dormir al Rey del Fuego para que tuviera un sueño placentero. Pero, al quedarse sin sus Garras Negras, pidió prestado un par a Liu, aunque, al parecer, no eran lo suficientemente eficaces y, como resultado, la ilusión fue un tanto cruel. Resulta que, antes de ser atacada y supuestamente asesinada, Lucy activó su Comando de Emergencia para levantar una barrera que la protegió de los ataques de fuego, permitiéndole lanzar un hechizo con las Garras Negras que Liu le prestó. Por ende, toda la masacre que el Rey del Fuego causó solo fue una ilusión que vio mientras estaba dormida.

El equipo C lucha contra Iblis

Tras ser engañada, Iblis pierde los nervios y se lanza hacia los exorcistas, al mismo tiempo que su cuerpo continúa desmoronándose, señalando Lucy que el demonio siente miedo. Liu empala su bastón Bo en la cabeza de Iblis y luego la hace estallar con su Explosión de Agua. Dicho ataque hace que el cuerpo del Rey Demonio se derrita poco a poco, dejando al descubierto su corazón. Lucy se acerca a éste y termina engullida por Iblis, aunque adrede, ya que en su interior recita un cántico que la pone a dormir. De este modo, Liu lanza su Gran Cascada, destruyendo así el corazón demoníaco de Iblis. Con la derrota del Rey Demonio, Lucy yace en el suelo moribunda, porque el talismán que la mantenía con vida fue destruido en batalla. Mientras los taoístas intentan salvarla, la anciana se dirige a Liu preguntándole por qué no luce feliz, ya que ahora él se volvería el líder de su clan.

El final de Lucy

Liu recuerda su pasado, cuando de niño fue entrenado con dureza y tenacidad para eliminar a los demonios sin piedad, puesto que su familia acabó mal por juzgar la naturaleza de los demonios. Cuando se volvió un exorcista, la familia de Liu intentó usarlo para recuperar el liderazgo de su clan, el cual fue tomado por Lucy Yang, a quien consideraron una vil traidora. No obstante, cuando Liu conoció a Lucy, entendió que su familia estaba equivocada y decidió seguir los pasos de la anciana. De nuevo en el presente, Lucy se da cuenta de que Liu tiene miedo de tomar el liderazgo, pero lo anima diciéndole que los cambios son necesarios. Finalmente, con sus últimos alientos, Lucy asegura que hasta los demonios tienen sueños, falleciendo. Mientras los taoístas lamentan la pérdida de su maestra, Liu destruye la antorcha con su bastón Bo, completando así el objetivo del equipo C.

La fortaleza de Satán se desmorona

Tras la destrucción de la antorcha, el equipo C se halla en problemas ya que la superficie comienza a desmoronarse y caen directos al vacío. Sin embargo, no solo la antorcha y el suelo se vienen abajo, sino también gran parte de la muralla de la fortaleza. Este acontecimiento impide al equipo A avanzar y alcanzar al equipo B. Lewin quiere saber qué estaba ocurriendo e intenta comunicarse con los grupos, pero la comunicación falla. Finalmente, el equipo B responde y cuenta que la fortaleza se vino abajo tras la destrucción de la antorcha por parte del equipo C. Los exorcistas teorizan que destruir las antorchas provoca que la fortaleza se desmorone, por eso, Lewin solicita al equipo B llegar hasta su objetivo, el corazón de Satán, antes de que hayan más destrozos y les sea imposible avanzar. Lewin comenta que fue algo impredecible, no obstante, está seguro que Lucy Yang fue la responsable.

Beelzebub molesto con Egyn por haber arruinado su concurso de barbacoa

El equipo D intenta comunicarse con Lewin, pero no lo logran y, al tener al enemigo en frente, deciden pelear distrayendo al Rey del Agua para que el Rey de los Insectos lo ataque con la guardia baja. Sin embargo, Beelzebub solicita que se retiren porque él tiene asuntos personales pendientes que arreglar con Egyn. A Renzo le parece bien no tener que pelear, aunque se pregunta cómo irá a destacar frente a la prensa. Por su parte, Egyn está llorando porque nunca más podrá volver a ver el rostro de su hermana, Iblis, la cual murió tras ser destruido su corazón, comentando que, cuando eso pasa, los Reyes dejan de existir. Beelzebub asegura que lo tiene bien merecido, algo que desconcierta a Egyn por ser tan cruel y cuestiona qué tiene contra él, ya que siempre solían llevarse bien en el pasado. Beelzebub niega el hecho de haber tenido una buena relación y le pregunta si ya se olvidó lo que le hizo cierto día del pasado. Egyn exclama haberse disculpado por aquello muchas veces pero ninguna disculpa podrá hacerle olvidar la ira y la tristeza que él sintió. Finalmente, Beelzebub revela que está molesto con Egyn por haber arruinado su concurso de barbacoa.

El concurso de barbacoa de Beelzebub

Resulta que, en el pasado, Beelzebub discutía siempre con Egyn por actuar de forma linda todo el tiempo, con un tono de voz dulce, una actitud inocente y estar siempre sollozando. Aquella actitud infantil, siempre fue irritante para Beelzebub. Cierto día, durante una típica cena con los Ocho Reyes Demonio, ambos discutieron sobre qué tipo de carne era más deliciosa. De esta manera, Beelzebub ideó el concurso de barbacoa e invitó a todos los Reyes a participar. Lo que comenzó como algo divertido, terminó arruinado con la llegada de Iblis, quien se mostró disgustada de que le hayan servido mariscos a Egyn, Rey del Agua, considerando eso un acto de canibalismo. De tal modo, el concurso fue arruinado y, desde entonces, Beelzebub guarda un profundo rencor hacia Egyn y su actitud inocente.

Beelzebub y Egyn enfrentados

En respuesta, Egyn señala que él actúa así porque a Iblis le gusta y él no quiere que su hermana esté triste. Beelzebub entiende que a Egyn solo le importa la felicidad de Iblis, y no la de él, por eso, lo detesta. Para luchar contra él, Beelzebub saca su caja de insectos y, de su interior, salen numerosos familiares que atacan al Rey del Agua. Llorando por ser lastimado por uno de sus hermanos, Egyn invoca una intensa lluvia que termina matando a todos los insectos. Seguido, Beelzebub ataca con su bastón y Egyn lo escuda con su agua. El Rey del Agua cuenta que Iblis siempre estuvo preocupada por la apariencia de su cuerpo, pero no solo ella, sino también Lucifer, Astaroth y su padre, Satán. Para ellos, tener un cuerpo es algo importante y, por eso, él cooperó para verlos felices, preguntándole a Beelzebub si no siente empatía cuando sus hermanos están sufriendo. Lleno de coraje, Egyn encierra a Beelzebub en una burbuja de agua pero éste se libera tras hacerla explotar respondiendo que solo siente empatía por sus preciados insectos.

Renzo asustado de los insectos

Nuevamente, Beelzebub usa su caja de insectos pero esta vez dentro de la burbuja de Egyn, liberándolos en su interior. De esta manera, se genera una enorme explosión que manda a volar a los insectos, cayendo un par de ellos sobre Renzo, el cual grita de miedo. Cansado de los insectos, Renzo opta por participar de la batalla y se prepara junto a su familiar, Yamantaka. Por otro lado, el ataque de Beelzebub logra destruir el traje de Egyn, dejando al descubierto su cuerpo, señalando el Rey de los Insectos que hacía mucho tiempo que no veía su rostro. Para terminar su lucha, Beelzebub invoca a su familiar, Bael, en su modo tirano, mostrándose como una enorme tarántula que atrapa a Egyn en su pegajosa telaraña.

Renzo enfrentando a Bael

En el momento en que Bael está por acabar con Egyn, Renzo interrumpe, suponiendo Beelzebub que estaba protegiendo al Rey del Agua. Sin embargo, Renzo está cansado de ver tantos insectos y solo quiere la aniquilación de los mismos, atacando a Bael con su Fuego Subterráneo. El Rey de las Arañas contraataca lanzando su telaraña, la cual es esquivada por los movimientos del muchacho, quien empuña su Lanza Vajra con Punta de Fuego para enfrentar a la tarántula. Mientras ambos peleaban, los Reyes continúan discutiendo, preguntando Beelzebub por qué Egyn se empeña tanto en cubrir su rostro, recordándole que, además de ser raro, así solo estará ocultando sus verdaderos sentimientos. Además, le parece extraño que esté apoyando a Lucifer ya que, por lo que ha visto, él solo está tomando ventaja de su megacorporación marina y la usa como un árbol de dinero para financiar su propia organización, los Illuminati. Egyn se niega a creer que sea cierto y ataca a su hermano con su Pistola de Agua diciéndole que, si no se detiene, golpeará directo a su cabeza y lo matará. A continuación, aclara que apoya a Lucifer porque él está intentando crear un mundo justo para los demonios, así como intenta preservar la fauna marina y los insectos, recalcando lo raro que es que Beelzebub apoye a los humanos.

Beelzebub y Egyn hacen las paces

Beelzebub está convencido que ambos bandos sufren, tanto humanos como demonios, por lo que no es justo que por el sufrimiento de Lucifer, Satán o Iblis, intenten acabar con el mundo entero, señalando que eso era lo verdaderamente raro. Finalmente, y en medio de tanta presión por parte de su hermano, Egyn rompe en llanto y se sincera, diciendo que él siempre se oculta y actúa de manera linda porque no quiere que los demás lo odien. Beelzebub lo anima diciéndole que, como el Rey que es, debe levantar su cabeza y pelear por su familia. En ese momento, Renzo y Yamantaka acaban con Bael usando el Loto Carmesí, generando llamas negras y rojas que asombran al mismo Rey de los Insectos.

Egyn deja ver su rostro

Después del incidente, Renzo parece regresar a la normalidad y se pregunta dónde estaba, solo para darse cuenta que estaba encima de una enorme araña, gritando de miedo y haciendo que abandone el campo de batalla en un segundo. Beelzebub ríe ante el acto del muchacho, diciendo que es un tipo gracioso, luego, se da cuenta que dejó de llover. Cuando voltea, su hermano, Egyn, finalmente deja al descubierto su rostro y sonríe diciéndole que desea volver a tener una gran barbacoa juntos. De esta manera, ambos Reyes hacen las paces, dejando confusos al resto del equipo D, preguntándose si en verdad ganaron.

Al vacío

Renzo cae sobre Lewin y Ryuji

Después de escapar del campo de batalla, Renzo está en problemas porque, desde el aire, está siendo atacado por Llamas Azules. Yamantaka solicita que levante su K'rik, pudiendo así levitar con el impuso de las Llamas Negras, permitiéndole zafarse de la emboscada. Una vez tranquilo, Renzo no comprende qué le había sucedido, además de que había atacado a sus propios aliados, aunque a su familiar le agradó aquel cambio ya que le permitió desatar un poco de su violencia. Mientras están conversando, Renzo pierde la consciencia y, desde lo alto, cae desmayado. En tierra firme, el equipo F, que continuaba huyendo del sistema de defensa de Satán, y el equipo E, que continuaba su camino hacia uno de los contrafuertes, se encuentran. De repente, el desmayado Renzo cae encima de Lewin y Ryuji, provocando que choquen y pierdan la compostura.

Bael destruye la antorcha

Aquel incidente, impide que Lewin siga en contacto con los demás equipos. En ese momento, el equipo D trata de comunicarse para informar que el Rey del Agua está en tregua, pero nadie responde. Beelzebub pregunta a Egyn cuál será su próximo movimiento ya que, después de destruir la antorcha, él y su equipo se dirigirán hacia el centro del laberinto. Egyn cuenta que allí se halla su hermano mayor, Lucifer y, como todavía tiene asuntos pendientes que arreglar con el Rey de la Luz, insiste a Beelzebub para ir juntos. Cuando por fin Lewin recupera la señal de su comunicador, el equipo D cuenta que están por destruir la antorcha, pero Lewin solicita que no lo hagan hasta que el equipo B llegue al centro del laberinto, porque eso provocaría el colapso de la fortaleza y los pondría el peligro. Sin embargo, esta información no llega a tiempo a los oídos de Beelzebub, quien destruye la antorcha usando los poderes del nuevo recipiente de Bael.

Amaimon abandona a Shiemi

El equipo B sigue explorando de a poco el laberinto, esta vez usando a Uke & Mike, familiares de Izumo. Mientras avanzan, Izumo se pregunta si iban por el camino correcto y Shiemi lo confirma porque estaban cada vez más cerca del corazón de Satán. De pronto, Shiemi tiene un mal presentimiento, se exalta y comienza a temblar, preocupando a sus amigos. Amaimon revela que la actual Shemihaza, la madre de Shiemi, había muerto. El Rey de la Tierra cuenta que la única razón por la cual él estuvo cooperando fue por órdenes de Shemihaza, no obstante, ahora que ella falleció, ya nada lo mantiene atado y es libre de huir. Shiemi lo detiene porque, si su madre murió, entonces ella se convirtió en la nueva Shemihaza y Amaimon se volvería oficialmente su nuevo familiar. Amaimon se niega a seguir órdenes de alguien débil y se marcha, menospreciándola. La noticia resulta un duro golpe para la muchacha, quien es consolada por sus amigos mientras recuerda a su querida madre.

Shiemi cae al vacío

Tras unos minutos descansando, Shiemi está lista para continuar, entendiendo que no hay tiempo que perder si quiere proteger a sus preciados amigos. En ese entonces, los exorcistas observan la destrucción de la antorcha del equipo D, señalando Yukio que todavía era pronto para destruirla. Tal como sucedió con la antorcha anterior, el laberinto se colapsa y el equipo B corre a través del laberinto sin rumbo hasta un callejón sin salida. Entonces, Shiemi comienza a recitar y logra manifestar un enorme árbol que salva a sus amigos de caer al abismo. Después de que el colapso se detuviera, los exorcistas están listos para bajar a tierra firme, no obstante, Shiemi debe quedarse para mantener activo el árbol y asegurar la seguridad de sus amigos. En ese momento, el sistema de defensa de Satán ataca el árbol de Shiemi y lo arrastra hacia el vacío. Entonces, Shiemi procura alcanzar a sus amigos, tendiendo su mano a Rin. Si bien la muchacha logra sujetar la mano de su amigo, en cierto momento ambos se sueltan, cayendo Shiemi al vacío.

Shiemi conoce su pasado

Mientras cae, Shiemi recuerda la conversación que tuvo con su madre después de haber intentado persuadirla para que le permita convertirse en exorcista. Aquel día, Shiyumi llevó a su hija hasta El, contando que se encontraban en la tierra sagrada del Emperador de la Creación, Shemihaza, uno de los tres Grigori y Consejeros Supremos de la Orden. Shiyumi reveló que ella era la actual Shemihaza y que todos sus antepasados también lo fueron, lo cual significaba que Shiemi incluso era uno de ellos. No obstante, era la última del linaje. Durante toda su vida, los descendientes del Emperador de la Creación vivieron en El, cumpliendo el rol de Shemihaza. Para ello, los sucesores al cargo debían someterse a un arduo entrenamiento desde temprana edad, tal y como lo hizo Shiemi hasta los seis años. Pero en ese entonces, ocurrió un trágico accidente.

Shiemi pierde su memoria

Demonios atacaron El, matando a Ilya Hazai, el líder de Grigor Sedes y padre de Shiemi Moriyama. No obstante, si bien la muchacha atestiguó los hechos, no recuerda nada ya que perdió la memoria. Desde aquel incidente, Shiemi se convirtió en una persona tímida, que se escondía de la gente y se enfermaba a menudo, incluso, llegó a perder la capacidad de hablar. Debido a su salud, Shiyumi y su madre, Shie, optaron por abandonar El y trasladarse a Japón para vivir tranquilas atendiendo Futsumaya y cuidando de su jardín, por recomendación del propio Mephisto Pheles. Shiyumi terminó aceptando la sugerencia de su madre y Shiemi, poco a poco, fue mejorando su salud, aunque no pudo recuperar sus memorias perdidas.

Shiemi enorgullece a su madre

Tras contarle la historia de su pasado, Shiyumi estuvo segura que su hija debía volverse más fuerte si quería ser una exorcista u ocupar el cargo de Shemihaza, aunque admitió no querer que su hija cargase semejante responsabilidad. En respuesta, Shiemi estuvo segura en querer ser la sucesora de Shemihaza, tomando a su madre por sorpresa. Shiemi siempre quiso ser de utilidad a sus amigos y ahora, como sucesora de Shemihaza, está convencida de que podrá serlo, aunque eso implique no poder volver a verlos jamás. Aunque su madre intentó convencerla de retractarse, Shiemi se mantuvo firme a su decisión. Finalmente, Shiyumi abrazó orgullosa a su hija, atemorizada de que algún día Shiemi recupere sus recuerdos, razón por lo cual deberá estar preparada para enfrentar lo peor.

Shiemi y Rin se desahogan

De vuelta al presente, Shiemi se encuentra cayendo al vacío, pero termina salvando su vida usando sus poderes para hacer crecer árboles que amortigüen la caída. Para su sorpresa, Rin saltó detrás de ella, aunque sufrió daños por parte del sistema de defensa de Satán. Shiemi procede a curar las heridas de su amigo, quien sostiene que su entrenamiento de dos años la ha convertido en alguien sorprendente. No obstante, Shiemi lo niega ya que su poder es efectivo gracias a las ropas sagradas que lleva, diciendo que, por sí sola, es todavía débil, y prueba de ello es no haber podido salvar a su madre o hacer que Amaimon la obedezca.

Shiemi admite gustarle Rin

Rin intenta demostrar lo contrario y, para ello, le quita su máscara, dejando al descubierto su rostro lloroso. Aún así, Shiemi continúa lamentando su debilidad, diciendo que si ella muere durante la misión, no podrá proteger a nadie pese a haberse convertido en la actual Shemihaza. Mientras discuten sus emociones y se desahogan, son atacados por el sistema de defensa de Satán y se ven obligados a subir hasta la superficie, con el resto del equipo B. Una vez seguros, Rin encara a la muchacha sobre por qué está actuando tan distante y evadiéndolo, cuestionando el hecho de que tal vez lo odie o algo por el estilo, sin embargo, Shiemi admite frente a todos y entre lágrimas que está enamorada de él.