Shiro Fujimoto (藤本狮郎, Fujimoto Shirō) era un sacerdote, un exorcista, el Paladin número doscientos cincuenta y uno de la Orden de la Verdadera Cruz y el padre adoptivo de Rin Okumura y Yukio Okumura antes de su prematura muerte a manos de Satán.
Apariencia[]
Apariencia de Shiro
Shiro era un hombre alto y delgado con constitución promedio. Aunque tenía poco más de cuarenta años, Shiro parecería más joven si no fuera por su cabello gris claro y sus rasgos faciales envejecidos. Junto con su cabello, que usa de manera desordenada, Shiro también tenía una barba de chivo y algo de vello a lo largo de su barbilla inferior y el labio superior. Incluso cuando era joven, Shiro siempre usaba un par de anteojos con una cadena adornada con cuentas y una cruz. La característica más notable que poseía Shiro esra la cicatriz en forma de cruz en su frente que no tenía cuando era mucho más joven, presumiblemente quince años antes del comienzo de la historia principal. Cuando Shiro era más joven, se parecía mucho a una versión mucho mayor de Rin, su hijo adoptivo. Shiro solía mostrar una expresión feliz en su rostro, pero cuando llegaba el momento se volvía bastante serio y estricto.
Como exorcista, Shiro usaba el abrigo negro y el rosario en forma de corazón, pero a medida que fue creciendo comenzó a parecerse mucho más a un sacerdote normal, ya que adornaba más su vestimenta con ropa clerical acompañada de un collar de sacerdote adornado con dos cruces, un pin y un collar muy largo. Además de usarlo como collar, se ha demostrado que su collar podía actuar como un arma, ya que con él se apuñaló en el pecho, provocando su propia muerte. Llevaba otro collar más corto con una llave alrededor. Esta llave era la que usaba para mantener cerrada la bóveda que construyó para contener de forma segura la Kurikara.
Personalidad[]
Shiro burlándose de Rin
Shiro era muy misterioso, pero tenía una personalidad protectora y un buen corazón. Aunque era un Paladin, no era despiadado hacia los demonios llegando alguna vez a hacerse amigo de ellos, como fue con Kuro, además, es el padre adoptivo de Rin Okumura, un demonio. A pesar de haber nacido como los hijos gemelos de Satán, Shiro crió y amó a Rin y Yukio con todo su corazón, como si fueran sus propios hijos, los amaba tanto que estaba dispuesto a morir por ellos si eso significaba protegerlos.
A pesar de que era un sacerdote, solía gastar bromas inmaduras. También tenía una mente pervertida, aseguraba que le gustaban las mujeres con pechos grandes; inclusive, una vez se dejó romper las costillas sólo para que una enfermera cuidara bonita y de grandes atributos de él. Algunos rasgos de su personalidad, posiblemente fueron heredados a Rin y tal vez de Shura.
En el pasado, Shiro demostró tener un corazón frío siguiendo las órdenes del Vaticano, todo con el simple objetivo de escapar de la rutina de ser un sujeto de prueba en la Sección 13, aunque todavía estaría bajo el control del Vaticano, el cual lo seguía a donde él se escondía, algo que Shiro consideraba divertido. Estaba enfadado con Yuri Egin por hacerse amigo de los demonios y trató de destruirlos. Su perspectiva sobre los demonios cambió cuando Yuri dio a luz a Rin y Yukio Okumura. Inclusive, cambió de opinión cuando él estaba a punto de asesinar a Rin y éste se rio. Shiro solía ser un fumador empedernido, pero cuando Rin le sonrió, él decide dejarlo por la salud de los niños.
En su juventud, Shiro era bastante mujeriego y se acostaba con las exorcistas. Sin embargo, tenía algunos estándares. Cuando Yuri Egin le dijo que lo amaba, Shiro rechazó sus sentimientos porque, de hecho, era unos años más joven que él. Esta actitud hacia las mujeres de menor edad que él también se muestra, principalmente, cuando rescata a Shura Kirigakure en su infancia, eso provocó que la pequeña Shura se enamorara de él y se aferraba a su compañía, cosa que le disgustaba a Shiro. No obstante, y pese a la diferencia de edades, Shiro admitió tras la muerte de Yuri que él realmente la había amado, pero había tenido demasiado miedo para actuar según sus sentimientos.
Shiro calma a Rin
Parecía que Yuri Egin tuvo un impacto en su vida posterior, ya que Shiro cambió sus tácticas para tratar de comprender y razonar con los demonios antes de usar la fuerza en su contra. Además, ser padre pareció otorgarle a Shiro mucha paciencia y sabiduría, aunque no era un padre adoptivo absoluto. Para Shura Kirigakure, Shiro logró dominar sus peculiaridades más "indecentes" y hacer que ella comenzara a actuar de manera más madura. Su paciencia y comprensión ayudaron con el temperamento de Rin, permitiendo que su hijo lo golpeara para desahogar sus sentimientos y luego afirmar que sus heridas eran por algo mayor.
Historia[]
Pasado[]
Shiro conoce a Yuri
Shiro fue originalmente parte de los experimentos de la Sección 13 para crear nuevos cuerpos para los Ocho Reyes Demonio, siendo un clon del grupo de Azazel. Sin embargo, Shiro manifestó un grado sorprendente y único de rebeldía entre los clones de su grupo. Esta rebeldía lo incentivaba a escaparse constantemente de la Sección 13, puesto quería conocer el mundo exterior por sus propios ojos y no quedarse a morir como todos sus hermanos. De este modo, Shiro construyó un escondite secreto en un barrio de bajos recursos al cual acudía siempre que se escapaba. Cierto día, cuando volvió a su escondite, se encontró con una pequeña Yuri Egin con quien estaba molesto por haber usurpado sus pertenencias. Yuri trató de disculparse y explicarle su situación de huérfana, pero a Shiro poco le importaba y solamente quería deshacerse de la niña. Eventualmente, ambos llegaron a un acuerdo ya que Yuri le ofreció muchas revistas eróticas a cambio de permitirle quedarse en su escondite, oferta que Shiro y su lado pervertido no pudieron dejar pasar.
Yuri siente el calor de Shiro
Para soportar el frío de la tormenta de nieve, Yuri se abrazó a Shiro y sintió su cuerpo frío, por lo que decidió llamarlo hombre de las nieves, también por su carácter amargado y temible. Si bien a Shiro le pareció un apodo ridículo, admitió que la niña tenía algo de razón, señalando que él no era un humano. En ese momento, llegó el custodio de Shiro, Fujimoto, acompañado de un Black Dog, para llevarse a Shiro de vuelta al Asylum, lugar de donde éste escapó. Shiro no puso resistencia y obedeció, no obstante, Fujimoto se percató que tenía una amiga. Yuri pudo ver al Black Dog, lo que asombró a Fujimoto porque eso significaba que ella tenía una Herida Espiritual. Tras saber que Yuri era una huérfana, Fujimoto decidió llevársela también al Asylum. Yuri pensaba que iría a un lugar bonito, sin embargo, Shiro la desanimó diciéndole que se trataba de un infierno.
Shiro quiere ser exorcista
Al llegar al Asylum, Yuri es separada de Shiro, aún cuando intentó aferrarse a él, puesto éste debía volver a la Sección 13, en donde lo cambian por las batas del internado. Después de un tiempo, fue enviado a las oficinas de Mephisto, el cual estaba al tanto de sus escapes y su escondite secreto, señalando que fue el primer sujeto de pruebas que mostró tal rebeldía. Shiro quería ser libre y conocer el mundo a su manera antes que quedarse en la Sección 13 rodeado de sujetos clonados y sin emociones. Mephisto no pudo evitar reírse a carcajadas sobre la meta de Shiro y éste se enojo, lo sujetó de la corbata y le pidió que lo ascienda a Exwire para así poder salir de la Sección 13, entrar al Asylum y entrenar para convertirse en exorcista y en un Paladin, puesto era el único camino que podía elegir hacia su libertad. Mephisto le recordó que, aunque llegue a ser Paladin, siempre estaría atado a la Orden y jamás alcanzaría la absoluta libertad. Finalmente, ambos llegaron a un acuerdo; permitieron a Shiro entrar al Asylum pero bajo la condición de que si perdía contra un demonio, entonces él le debería hacer un favor especial. Shiro aceptó la condición, esperando a que Mephisto cumpla con su palabra.
Shiro en la Sección 13
De este modo, Shiro abandonó la Sección 13 e ingresó al Asylum donde empezó su entrenamiento para volverse exorcista, no obstante, todavía debía acudir al laboratorio para someterse a pruebas cada cierto tiempo. En una de esas visitas, volvió a ver la cara de su amigo, Goro, pero quedó decepcionado cuando notó que perdió toda su humanidad y ya no era capaz de hablar, maldiciendo a la Sección 13 y sus experimentos inhumanos. Cinco años pasaron, y Shiro fue entrenando y puliendo sus habilidades para convertirse en un exorcista, siempre con la meta de poder ser libre y vivir una vida a su manera. Esto lo llevó a adquirir una actitud y carácter cada vez más arrogantes y de pocos amigos, razón por la cual siempre estaba solo. Inclusive, nunca más volvió a ver a Yuri Egin.
Shiro ignora a Yuri después de cinco años
Después de cinco años, Shiro alcanzó el rango de Exwire y, como tal, fue solicitado para una misión con el apoyo de los Page, que en ese entonces estaba conformado por Yuri Egin y sus amigos, Jenny, Rick. La misión consistía en exorcizar a un Ent, un demonio peligroso que acabó con la vida de varios turistas en un bosque. Mientras se preparaban, Yuri observó a Shiro entre las tropas de exorcistas y pasó a saludarlo alegremente, puesto era la primera vez que lo veía desde hace cinco años. No obstante, Shiro actuó como si no la recordara y la ignoró frente a todos, dejando confundida a Yuri y sus amigos.
Shiro derrota al Ent
Durante la misión, los exorcistas tuvieron problemas en su lucha contra el demonio. Sin embargo, Shiro, siendo apenas un Exwire, se encargó del asunto él solo aferrándose al Ent, cortando sus ramas y eliminándolo con una granada, provocando que el bosque se incendiara. Producto del fuego, los Greenman del bosque huyeron espantados y Yuri pidió que no los dañen puesto que estaban asustados y no representaban amenaza alguna. No obstante, Shiro eliminó a cada uno de los Greenman por el simple hecho de ser demonios, sin importar su naturaleza inofensiva. Yuri quedó atónita ante tan cruel acto y le recordó que los exorcistas salvan a la gente de demonios malvados y no tienen por qué herir a aquellos que sean inofensivos y sostuvo la idea de que los exorcistas debían congeniar con los demonios. El argumento le pareció ridículo a Shiro, quien se apartó de ella y pidió que se muera.
Shiro es nombrado oficialmente como exorcista
Progresivamente, Shiro fue puliendo sus habilidades como exorcista, aunque no mejoraba su conducta. Durante una misión, Shiro presenció la muerte de su custodio, Fujimoto, de quien tomó sus gafas como un presente de su parte. Por otra parte, la Orden lo liberó por completo de los experimentos de la Sección 13 y, eventualmente, sus habilidades fueron reconocidas. Durante la ceremonia anual de promoción, el Vaticano nombró a Shiro oficialmente un Exorcista de la Orden, así como también a Yuri, aunque en un nivel inferior al de Shiro. Ahora que se volvió exorcista y obtuvo la libertad que quería, se independizó, alquiló un departamento, entró al mundo del cigarro y el alcohol, y se acostaba con cualquier mujer que conocía. Pese a que siempre era el centro de atención, Yuri sentía que Shiro vivía en la soledad.
Yuri es protegida por unas Llamas Azules
Durante otra misión, los exorcistas estaban luchando contra un demonio desconocido en México y tuvieron problemas para exorcizarlo porque no lograban identificarlo correctamente. Shiro sugirió destruirlo directamente pero Lucy Yang y Osceola Redarm descartaron la idea porque el demonio estaba poseyendo una reliquia de la arqueología mexicana y destruirlo solo mancharía la reputación de la Orden, razón por la cual debían buscar otro método. Yuri reconoció al demonio como un Golem y logró tranquilizarlo de manera pacífica. Yuri recibió las felicitaciones de sus superiores, pero Shiro señaló que simplemente tuvo suerte de principiante. Rick se acercó a Shiro para ofrecerle agua pero fue agredido por éste, además de humillarlo por ser de rango inferior a él. Su actitud terminó por irritar a Yuri, quien lo agredió físicamente y llamó cobarde por despreciar a otras personas sin motivo. Yuri y Shiro entraron en disputa, y el exorcista estuvo a punto de golpear a Yuri, pero fue defendida por unas Llamas Azules.
Yuri se enamora de Shiro
Después de este roce, Shiro visitó a Yuri en el criadero de demonios, asombrado de que un lugar así existiera. Yuri comentó que habían muchos exorcistas como ella que se llevan bien con los demonios, y le mostró un Golem que creó. Shiro le recordó que los familiares no son mascotas, además, éstos podrían revelarse si sentían que su invocador dudaba o tenía inseguridades, por lo que se volverían peligrosos. Shiro se disculpó por haberla agredido y se sinceró, contándole que vivió una vida terrible como sujeto de prueba en la Sección 13 sin nadie que lo proteja o apoyara. Además, fue el único de sus hermanos en sobrevivir gracias a su fortaleza, por eso, no soporta que alguien lo llame débil. Yuri se compadeció de su terrible pasado y aseguró entenderlo, puesto ella también estuvo sola. Yuri terminó besando a Shiro y le confesó estar enamorada de él, aunque el exorcista la rechazó por ser menor de edad.
Al día siguiente, después de haber besado a Shiro, Yuri sintió mucha vergüenza y lo buscó para pedirle disculpa al respecto. Shiro terminó aceptando y ambos quedaron en buenos términos, puesto que el exorcista pensó que no quería vivir toda su vida solo y necesitaría hacer nuevos amigos. Yuri sonrió y se puso contenta por su cambio de actitud y hasta le obligó a hacer las paces con su amigo Rick, a quien trató muy mal anteriormente. Shiro y Rick hicieron las paces con un apretón de manos, algo que hizo muy feliz a Yuri. Rick terminó asombrado ante la habilidad de su amiga por convencer a las personas, inclusive a aquellas que tenían el carácter de una bestia, comentario que ofendió al propio Shiro. Mientras todo eso sucedía, y sin que nadie se diera cuenta, en la Sección 13, Satán encarnó por primera vez en el cuerpo de un sujeto de pruebas, Goro.
Hasta entonces, la Sección 13 no logró identificar qué demonio era el que poseyó el cuerpo de Goro. Mephisto Pheles envió a Shiro con el sujeto SO-005, puesto que debían monitorizarlo mientras que seguían trabajando en conseguir un cuerpo para Lucifer. Cuando estuvo frente a él, Shiro lo reconoció como su amigo, Goro. Por su parte, éste enfadó al verlo y se puso violento, asesinando a varios científicos con las Llamas Azules para luego escapar del laboratorio. Resulta que Goro buscó a Yuri Egin la cual lo reconoció como su amigo de toda la vida, Bola de Fuego Azul. La Orden se dio cuenta que Yuri tenía la habilidad para calmar al violento SO-005, por tal motivo, pidieron su cooperación.
De esta manera, Yuri comenzó a trabajar en la Sección 13, lo que molestó a Shiro porque consideraba que era un lugar muy peligroso. Yuri mencionó estar al tanto de la historia del exorcista, sobre su nacimiento en la Sección 13, y le recuerda que él también estaba trabajando allí, por lo que no tenía derecho a reclamarle. Shiro cuestionó sus motivos para involucrarse y Yuri le contó que, desde pequeña, conoció a Bola de Fuego Azul y se hizo amiga de éste, pero nunca imaginó que se trataría de un poderoso demonio que encarnaría en un cuerpo humano y asesinaría a varias personas. Yuri lo comparó con un bebé que no sabe lo que hace, por ese motivo, no pudo abandonarlo y deseó enseñarle. Luego Shiro recibió la visita de un ebrio Rick, quien le hizo dudar sobre sus verdaderos sentimientos hacia Yuri.
SO-005 ataca a Shiro
En un año y tres meses, Yuri consiguió educar a SO-005 hasta que sugirió permitirle el contacto con otros humanos. La idea era muy arriesgada puesto su comportamiento se volvía violento con cualquier persona que no fuera Yuri. Shiro terminó ofreciéndose para el trabajo y visitó a SO-005 un día que estaba jugando con Yuri. Tras verlo, SO-005 se sintió amenazado y abrazó a Yuri en un intento por protegerla, pero la exorcista le dijo que su visita no era una persona peligrosa, aún así, SO-005 señaló odiarlo. Shiro tomó uno de sus juguetes y lo retó a una competencia en donde lo ganó y humilló. En respuesta, SO-005 intentó atacarlo con las Llamas Azules pero Yuri intervino para que se calme. SO-005 se aferró a la exorcista llorando y expresando su odio por perder. Debido a este percance, Shiro se vio obligado a retirarse y Yuri lo regañó por haberlo provocado, aún así, agradeció su ayuda. SO-005, todavía llorando, lo observó con odio y murmuró sin parar que le ganaría a toda costa.
Eventualmente, SO-005 estudió muchos libros complejos y comprendió quién era realmente, un equivalente a un Dios, se trataba del Dios Demonio, Satán. Satán pensó que Yuri se alegraría, puesto era un Dios omnisciente y omnipotente que podía ganarle a cualquiera, inclusive a Shiro. No obstante, Yuri lo regañó llorando y señaló que no estaba bien matar a las personas por diversión. La exorcista intentó llamarlo por su apodo, pero solo enojó a Satán, quien desató sus Llamas Azules, quemó su habitación y escapó. Por un lado, Yuri se quedó en shock y llorando, consolada por Shiro; mientras que Satán hizo uso de su poder para llamar a un par de demonios y escapar. Yuri comunicó a la Sección 13 que el sujeto SO-005 se hizo llamar Satán, lo que exaltó a Shiro, Nikolae Eminescu, Shemihaza y todos los presentes, aunque Lucifer y Mephisto ya lo sabían.
Con Satán suelto en las calles, los exorcistas temieron por la seguridad y la paz del mundo, no obstante, seis meses transcurrieron y no hubo rastros del Rey Demonio, lo que los llevó a suponer que el cuerpo de SO-005 no soportó el poder de Satán, se descompuso y tuvo que volver a Gehenna a la fuerza, sin embargo, Yuri todavía seguía esperándolo. Shiro le pidió que dejara de preocuparse por él y siguiera adelante con su vida. Yuri notó que tenía una misión a cargo y Shiro lo confirmó, diciendo que tenía que ir a Aomori para exorcizar a una Baba Yaga.
Shiro salva a Shura
Pero, tras llegar a la prefectura de Aomori, se llevó una sorpresa cuando encontró a una niña humana y no a un demonio. Se trataba de Shura Kirigakure la cual fue criada por Hachirotaro Okami, un Hydra de nivel superior, debido a que su madre murió después de darla a luz. Shura, la cual no tenía todavía un nombre, entrenaba todos los días con Hachiratoro, quien plasmaba en la niña la viva imagen de su amor, Tatsuko Kirigakure. Ese era el estilo de vida de Shura, entrenar y atacar a las personas. A raíz de su comportamiento agresivo y destructivo, la gente la confundía con una Baba Yaga y llamaron a la Orden para encargarse del asunto. Shiro Fujimoto acudió al llamado y se encontró con una niña en lugar de una Baba Yaga. Hachirotaro se apareció ante Shiro y el Paladin consiguió derrotarlo con una Bazooka aunque, en consecuencia a su poder regenerativo, Hachirotaro todavía continuó vivo. Desde entonces, la vida de Shura cambió.
Shiro conoce a Shura
Shura se enamoró perdidamente de Shiro, aún cuando éste afirmó odiar a los niños malcriados, y juró seguirlo para darle un hijo cuando tenga la edad suficiente. Hachirotaro le permitió irse con Shiro pero bajo la condición de volver cuando sea una adulta para darle una hija y seguir con el legado de su pacto. Shiro, sin tener opciones, se terminó llevando a la niña puesto no podía dejarla sola en aquel lugar. Durante el viaje de regreso a la Orden, Shiro escribía el reporte de la misión y preguntó a la niña por su nombre, respondiendo ella Kirigakure. Shiro quería saber su nombre, no su apellido, y se dio cuenta que no tenía uno. Por eso, Shiro la llamó Shura y, desde entonces, ese fue su nombre.
Shiro acude a Yuri por ayuda
Mephisto Pheles encomendó a Shiro la tarea de cuidar a la pequeña y huérfana Shura hasta que un orfanato esté disponible para ella, favor que no le pareció gracioso al exorcista. En aquel entonces, Shiro no tenía idea de cómo cuidar a la pequeña Shura y acudió a Yuri Egin por ayuda, quien la bañó y le preparó comida. Shiro sugirió que lo mejor para Shura sería quedarse con Yuri porque, de lo contrario, terminaría en el Asylum y no le gustaba la idea. Tras saber que la abandonaría, Shura se aferró al exorcista y prometió no causarle problemas a cambio de permitirle quedarse a su lado. En respuesta, Yuri sugirió que los tres podían quedarse a vivir juntos como una familia, la madre, el padre y la hija, idea que fue descartada rápidamente por el exorcista, quien catalogó que las ideas de Yuri eran descabelladas.
Yuri sigue esperando a Satán
Ante la negativa de Yuri Shiro pensó que la pequeña Shura terminaría en el Asylum y era algo que no le gustaba. Yuri, entonces, le contó que su familia adoptiva, Okumura, Niko y Obaba cuidaron de ella cuando era niña, por lo que pensó y sugirió al exorcista que busque ayuda para criar a Shura en caso de no querer llevarla al Asylum. Finalmente, Yuri reveló que todavía seguía esperando a que Satán volviera y, por eso, no quería hacerse cargo de Shura e involucrarla. Shiro le pidió que se olvidara de Satán cuyo cuerpo, probablemente, ya se habría descompuesto y tendría que haber regresado a Gehenna, pero Yuri sentía lo contrario. Shiro terminó aceptando los consejos de Yuri y formó un equipo, entre ellos Seishiro Nagatomo y Naoya Kyodo, para ayudarlo en sus labores de exorcista y crianza de la pequeña Shura. Aquello puso contenta a Yuri, y Rick expresó que ella estaba enamorada de Shiro. Yuri, la cual intentó todo el tiempo negarlo, no supo ocultar más sus sentimientos y lo admitió, señalando que siempre lo quiso y seguirá queriendo.
Shiro detiene a Yuri
Dos años pasaron desde la desaparición de Satán hasta que, un día, volvió para buscar un Elixir y apaciguar el dolor de su cuerpo, el cual ya estaba llegando a su límite. Satán conoció a Lucifer y ambos unieron fuerzas para enfrentar a la Orden, la cual formó un equipo con los exorcistas más poderosos, entre ellos Shiro, Abel Franken, Lucy Yang y Osceola Redarm. Yuri sintió que ella podría detener la guerra si tan solo le permitían hablar con Satán, pero no se lo permitieron. Entonces, buscó la forma para infiltrarse en la Sección 13 sin que nadie la note. Shiro la acompañó y se despidió de ella, sin embargo, ninguno de los dos quería separarse. El exorcista se quedó afuera luchando contra las fuerzas de Satán, mientras que Yuri ingresó al laboratorio y persuadió a Satán, a cambio, ella huiría y se quedaría con él todo el poco tiempo que le quedaba a su cuerpo antes que de descomponga y tenga que regresar a Gehenna. De esta manera, Satán anunció su retiro, liberó a los rehenes y detuvo su ejército de demonios. Finalmente, la guerra terminó.
Yuri y Satán planearon comenzar su vida juntos lejos de la Sección 13, pero fueron interceptaros por la Orden de la Verdadera Cruz. Resulta que Nikolae Eminescu no quería dejar ir a Satán, puesto consideraba una oportunidad única de estudiarlo y continuar con la investigación del Elixir. Yuri rogó para que los dejaran ir pacíficamente, inclusive a Shiro que estaba entre las tropas, pero nadie se compadeció y abrieron fuego contra ella y Satán. Gracias a las Llamas Azules, ninguno de ellos salieron heridos, pero el cuerpo de Satán sufrió un colapso en aquel momento y se descompensó, mientras que Shiro tomó a Yuri y la separó del lado de Satán.
Después de esto, Mephisto declaró ante el Vaticano que el cuerpo de Satán se descompuso completamente y volvió a Gehenna, algo que era mentira, porque ellos lo tomaron en secreto y lo llevaron a la Sección 13 para estudiarlo. También declaró que la llegada de Satán al mundo humano fue culpa de Yuri Egin, a quien conoció desde hace muchos años y se enamoró, y prueba de ello era el irrefutable hecho de que Yuri estaba embarazada de Satán. Por su parte, Yuri estaba bajo custodia en una habitación y Shiro la vistió para contarle que la Orden planeaba culparla de todo, sin embargo, a Yuri no le importó y sólo quería saber qué pasaría con su bebé. Shiro respondió que planeaban matarlo, lo que preocupó a Yuri, quien deseaba a toda costa dar a luz y proteger al hijo del Rey Demonio, Satán.
Shiro abandona a Shura
Mephisto aseguró que las probabilidades de que el hijo de Satán herede las Llamas Azules eran muy altas, por lo tanto, ideó un plan junto a Shiro el cual consistía en recolectar armas resistentes al fuego, como la Tizona del Paladin, para exorcizar al recién nacido. Le encomendó a Shiro la tarea de buscar la Kurikara, la cual se encontraba bajo la custodia de la Secta Myōō Dharani. Sin pensarlo dos veces, Shiro aceptó el trabajo priorizando en el bienestar de Yuri. Antes de emprender su viaje, el exorcista se distanció de todos sus conocidos, disolvió su equipo de trabajo, ignoró a su amigo Rick y dejó a la pequeña Shura en un orfanato religioso para mujeres.
Shiro se roba la Kurikara
De esta manera fue que Shiro emprendió su viaje a Kioto, cayendo un día desde el cielo e interrumpiendo el ritual de la Secta Myōō Dharani. Con todo el atrevimiento del mundo, tomó el preciado honzon de la secta, la Kurikara, con el fin de robarla. Yaozo trató de recuperar su preciado honzon y decidió enfrentar a Shiro, pero éste se desmayó puesto tenía una herida grave en su cabeza. Tatsuma aprovechó para recuperar la pertenencia de su secta y optó por ayudar a Shiro, llevándolo a su templo para que descansara. No obstante, Shiro no tenía idea de que, en ese entonces, Myōō Dharani estaba atravesando un momento de crisis.
Shiro encuentra a la gente de Myōō Dharani enferma
Una vez que Shiro despertó, Tatsuma lo interrogó y preguntó para qué quería su preciado honzon, la Kurikara, y Shiro no estaba seguro porque Mephisto Pheles, simplemente, le ordenó robarla, aunque supuso que la usarían para matar a un niño. Tatsuma no permitió que un hereje como Shiro usara su honzon para tal cruel y vil acto, así que le pidió que se marchara. Shiro aceptó irse, pero no con las manos vacías, así que recorrió el templo en busca de la espada pero lo que encontró lo dejó perplejo. Al llegar a una sala, se encontró con muchas personas enfermas como consecuencia del miasma del Ojo Derecho. Fujimoto se burló de la fe de los monjes quienes solo rezaban a Buda sin ningún resultado, así que decidió ayudarles y preparó una medicina que logró salvarlos.
Shiro y Tatsuma se vuelven amigos
Tatsuma agradeció a Shiro por salvar a su esposa y a sus monjes, pero el exorcista todavía insistió en que le den la Kurikara como recompensa por ayudarlos. En ese momento, el padre de Tatsuma lo interceptó y lo ahuyentó porque no quería que un exorcista invadiera su templo sagrado con sus brujerías. Por primera vez, Tatsuma confrontó a su padre y demostró su desprecio hacia él y sus rigurosas reglas y lo traicionó. Antes de que Shiro se marchara, Tatsuma le entregó la Kurikara y le enseñó una ruta de escape. Shiro preguntó si no le aterraba el hecho de que vayan a matar a un niño con su honzon, pero Tatsuma estuvo seguro de que no se atreverían a hacer algo así. Finalmente, Tatsuma y Shiro se volvieron amigos y su historia terminó el mismo día en que se conocieron.
Shiro desea salvar a Yuri
Tras volver con la Kurikara en manos, Shiro pensó matar con ella al hijo de Satán y salvar a Yuri. Sin embargo, para sorpresa de todos, Yuri estaba esperando gemelos y su condición física era muy delicada por lo que no había garantía de que la madre sobreviviera tras el parto. Su equipo de trabajo, anteriormente disuelto, solicitó a Shiro para que le permitan ayudarlo en el exorcismo del hijo de Satán. Shiro les advirtió del peligro que corrían sus vidas pero Seishiro y Naoya juraron servirle lealtad a la iglesia de la Orden de la Verdadera Cruz, y eso incluía al mismo Shiro, actual sacerdote de la iglesia. De esta manera, Shiro y su equipo se prepararon para el día en que Yuri Egin diera a luz a sus hijos gemelos. Eventualmente, aquel día llegó y Shiro empuñó la Kurikara mientras atestiguaba con horror el sufrimiento de Yuri durante la labor de parto. Cuando el primer bebé nació, Shiro y su equipo se prepararon para intervenir, pero fueron detenidos por Abel Franken, el cual decidió encargarse del asunto.
Shiro apuñala el corazón de Rin con la Kurikara
Debido a la derrota del Paladin por parte del bebé "M", Mephisto Pheles indicó que la Tizona no fue capaz de detener a "M", por lo que llegó el momento de utilizar la Kurikara, una Maken que él creó hace 150 años, para exorcizarlo. Fue entonces cuando Shiro y su equipo se prepararon para entrar en combate. En un intento por detener sus rápidos movimientos, Shiro disparó sin descanso a "M" con su pistola, pero no acertó ninguna bala. Al mismo tiempo, su equipo invocaron un par de Oceanid. Cuando la invocación estuvo lista, atraparon a "M" dentro de una prisión de agua, impidiendo su escape. De este modo, Shiro empuñó la Kurikara y la incrustó directamente en el corazón demoníaco del bebé. El exorcista pensó que lo mataría tras apuñalarlo, pero se sorprendió cuando el corazón se fusionó dentro de la espada. Finalmente, Mephisto reveló que esa era la naturaleza de la Kurikara, una Maken vacía que podía sellar el corazón de un demonio en Gehenna.
Shiro, poseído por Satán, corta su garganta
Sin embargo, la amenaza aún no terminó. Después de haberse cobrado la vida de muchas personas, Satán consiguió poseer el cuerpo de Abel Franken y encontró a su amada Yuri, con quien está molesta por haberlo abandonado aún cuando juró que estaría con él por siempre. El cuerpo de Abel ya no aguantó más tiempo la posesión del Dios Demonio, por lo que trató de poseer el de Shiro puesto que el suyo era diferente al del resto de las personas. Satán admitió tener celos del exorcista porque es el hombre de quien Yuri se enamoró, por eso, deseó siempre poder poseer su cuerpo para que así la mujer pueda amarlo a él. De esta manera, Satán consiguió entrar en el cuerpo de Shiro. No obstante, la posesión solo duró unos segundos, puesto que Shiro se cortó la garganta con una navaja. Cuando Satán estuvo por asesinas a Yuri, Shemihaza intervino y consiguió liberar a Shiro de la posesión del Dios Demonio. Gracias al aura divina de Shemihaza, la actividad celular de Shiro se aceleró, permitiéndole cerrar la herida en su cuello y sobrevivir, además de que, al haber sido un sujeto de pruebas en la Sección 13, sus células por sí solas ya se regeneraban rápidamente.
Shiro se opone a Shemihaza
Shemihaza contó que muchas personas murieron a causa de las Llamas Azules de Satán, siendo la principal responsable Yuri Egin, mujer de quien Satán se enamoró y se obsesionó perdidamente. Pensando en que podría volver a suceder una catástrofe de mayor magnitud en el futuro, Shemihaza sugirió romper todo vínculo que tuviera Satán con el mundo humano, lo que significaba que Yuri debía sacrificar su vida. Cuando Shemihaza dio la orden de llevarse a Yuri y sus bebés, los cuales también serían sacrificados, Shiro intervino e intentó convencerla pero la Santa Sabia no cedió. Por ello, le apuntó con su arma y amenazó dispararle. Con ella como rehén, Shiro tomó a Yuri y sus hijos y escapó. Shemihaza permitió que escapen porque estaba segura que la vida de la madre no duraría mucho, además, todavía tenía un gran problema que resolver.
Yuri fallece en los brazos de Shiro
Shiro y Yuri se escondieron en una oficina abandonada, en donde encendieron una fogata, buscaron ropa y alimentos para protegerse de una fuerte tormenta de nieve. Mientras sucedía esto, Yuri contó que ya había decidido cuáles serían los nombres de sus hijos. Al mayor, lo llamó Rin, porque nació en una explosión de llamas azules, como Bola de Fuego Azul, y al menor lo llamó Yukio, porque se parecía al hombre de las nieves. Después de que la tormenta de nieve calmó, Shiro pensó en fugarse a uno de sus tantos escondites, pero se dio cuenta de que Yuri no estaba en las mejores condiciones, decidió esperar pero ella insistió en ir de todos modos. Mientras caminaban por la nieve, Yuri se disculpó porque, por su culpa, Shiro se convirtió en un fugitivo. Al exorcista no le importó serlo, recordándole que siempre quiso vivir en total libertad. Además, le pidió que viviera con él, como una familia, el padre, la madre y sus hijos. Las palabras de Shiro hicieron muy feliz a Yuri, quien derramó unas lágrimas y luego se desplomó en el suelo. Con su último aliento, Yuri sostuvo a sus hijos y les pidió que sean buenos hermanos uno con el otro. Finamente, Yuri falleció en los brazos de Shiro, quien lloró sin consuelo pensando en que siempre la amó pero que nunca tuvo el coraje para admitirlo.
Shiro atacado por un Yeti
El llanto de los bebés terminó atrayendo la atención de un Yeti, sorprendiendo a Shiro porque pensaba que se habían extinto. El Yeti atacó al exorcista y lo dejó lesionado y desangrando en la nieve. Shiro pensó que estaba a punto de morir y eso le pareció bien, puesto perdió toda voluntad de vivir. Cuando el Yeti tomó a los bebés para comerlos, Shiro recordó el fuerte deseo de Yuri por proteger sus vidas, eso lo hizo levantarse y no rendirse. Tomó sus pistolas y disparó al demonio para exorcizarlo, salvando a Rin y a Yukio. Debido a tanto alboroto, los hermanos lloraron y Shiro les sonrió, recodándoles que, aunque sean los hijos de Satán, tienen derecho a vivir, y decidió encargarse de ellos.
Shiro encargado de los bebés
Después de la Noche Azul, Shiro regresó y encaró a Mephisto diciéndole que Yuri falleció y cremó su cuerpo. El exorcista aseguró no querer estar atado a la Orden y entregó a los hijos de Satán diciendo que él viviría libre y sin ataduras. Antes de que Shiro se marchara, Mephisto le recordó la promesa que hicieron cuando él era joven. A cambio de exiliarlo de la Sección 13, prometió que le haría un favor el día que perdiera contra un demonio. Y ese día llegó, puesto que Shiro no fue capaz de exorcizar la vida del hijo de Satán, lo que significada una pérdida, razón por la cual debía cumplir un favor. Dicho esto, lo nombró el nuevo Paladin y le encargó hacerse cargo de Rin y Yukio. Mephisto no negó la posibilidad de que, en un futuro, Satán o Lucifer volverían a atacar a los humanos, por eso, los hijos de Satán se convertirían en poderosas armas para enfrentarlos. Sin poder negarse ante la tregua que hizo con un demonio, Shiro accedió de mala gana.
Shiro nombrado como el nuevo Paladin
Eventualmente, en el Vaticano, Shiro fue nombrado oficialmente como el nuevo Paladin de la Orden de la Verdadera Cruz, al mismo tiempo que reconocieron a Lucy Yang, Osceola Redarm y Drac Dragulescu como los nuevos Arc Knight. Shiro mostró su asombro ante la supervivencia de Drac, pensando que se inyectó algún Elixir para sobrevivir a la catástrofe, o que tal vez haya traspasado de cuerpo, ideas que fueron negadas por el doctor. Días posteriores, Shiro y Mephisto visitaron Kioto para pedirle al nuevo Monje Supremo, Tatsuma Suguro, el favor de cuidar la Kurikara, con el corazón demoníaco sellado de Rin, en su secta. Pensaron que un día los poderes del hijo de Satán despertarían y no podrían evitarlo, pero hasta que aquel día llegase, querían guardar la espada en un lugar seguro.
Shiro tenía que darles un apellido a los bebés, y descartó el suyo y el de Yuri porque levantarían sospechas. En cambio, utilizó el apellido del padre adoptivo de Yuri, Okumura. Mientras tanto, Shiro comenzó a criar a los bebés él solo aunque se dio cuenta que era un trabajo muy difícil y decidió pedir ayuda. Acudió a su anterior equipo de trabajo, Seishiro Nagatomo y Naoya Kyodo, quienes aceptaron darle una mano con la crianza de los bebés en el Monasterio Cruz del Sur. Tadashi Misumi también cooperó y, cuando buscó a Richard Lincoln, se llevó la sorpresa de que había fallecido durante la Noche Azul, sintiendo culpa.
Shiro apacigua a Rin
De este modo, Shiro se convirtió en al abad del Monasterio Cruz del Sur, reunió a muchos seguidores, cambió drásticamente su actitud y se volvió una persona honorable y de respeto. Con ayuda de su nuevo equipo, Shiro comenzó a criar a los hermanos Rin y Yukio en secreto, por parte del acuerdo que hizo con Mephisto de convertirlos en un arma para combatir contra Satán. Pese a ser visto como armas, Shiro tenía una perspectiva diferente hacia ellos y los educó y amó como si fueran sus propios hijos, acompañándolos en cada momento de su infancia. Mientras que Yukio era un niño recto y tranquilo, Rin no podía ocultar su naturaleza de demonio y tenía constantes ataques de ira que asustaban a todas las personas que estuvieran cerca. Siempre que esto sucedía, Shiro acudía y apaciguaba su ira con dulces palabras.
Shiro y su hijo exorcista, Yukio
Por otro lado, cuando su hijo Yukio ya estaba mayor, decidió contarle la verdad sobre los poderes demoníacos de Rin. Tras instruirlo en el mundo de los demonios y los exorcistas, Shiro entrenó a Yukio para que se convirtiera en uno desde temprana edad. Por ello, lo anotó en la Academia de la Verdadera Cruz, en donde recibió el título de exorcista oficialmente. Mientras que a Yukio lo atormentaba con un entrenamiento duro y difícil, consentía a Rin y su inocencia, lo que provocaba que el hermano menor sintiera muchos celos. Con el tiempo, Yukio fue creciendo y comprendiendo nuevas ideas, y empezó a cuestionarse el motivo por el cual ellos, hijos del Dios Demonio Satán, estaban vivos. Sin tener la valentía para decirle aquel secreto que tenía con Mephisto Pheles, Shiro lo tranquilizó diciéndole que sabría la verdad cuando el día indicado llegase.
Shiro y Kuro se conocen
Cierto día, Shiro se presentó junto con su hijo exorcista, Yukio Okumura, para exorcizar a un Cat Sídhe que estaba destruyendo un antiguo templo. Durante mucho tiempo, aquel demonio fue considerado una deidad de la sericultura y la gente se acercaba a él a dejarle ofrendas, no obstante, con el tiempo, la sericultura se volvió irrelevante y el hogar del Cat Sídhe fue destruido, saliéndose de control. Shiro, sin saber toda la historia del demonio, comprendió que su comportamiento violento se debía a que la gente se olvidó de él, por lo que optó por apaciguarlo en lugar de eliminarlo. Para ello, Shiro le extendió su mano y ofreció un poco de Sake Matatabi, el cual fue suficiente para que el demonio se tranquilizara. Desde entonces, Shiro apodó al Cat Sídhe como Kuro, y lo convirtió en su familiar.
Shiro quiere que Shura viva
Años más tarde, cuando Shura alcanzó los 20 años de edad, comenzó a vivir una vida despreocupada de todo, sin responsabilidades ni metas, porque estaba consciente que moriría joven, producto de su maldición, y desperdiciaba su tiempo con los hombres y vicios peligrosos. Shiro se enteró de su estilo de vida y le pidió que se valore más a sí misma, aunque Shura respondió que lo hace para llamar su atención, puesto todavía estaba enamorada de él. Shura trató de conquistarlo, aprovechando que estaban a solas, pero el exorcista se opuso y, en cambio, le recomendó vivir una vida normal. Shura se dio cuenta que Shiro cambió después de criar a los hermanos Okumura, y sintió envidia porque a ella la abandonó sin remordimiento. Shura se planteó el motivo de su existencia y Shiro le aconsejó no complicarse con eso, en cambio, que viva, trabaje, sea feliz, haga amigos y le tema a la muerte, puesto eso significaba vivir una vida normal.
Shura discute con Shiro
Cuando Shura se convirtió en una adulta y una exorcista de alto nivel, Shiro volvió a dirigirse a ella para pedirle el favor de enseñar a uno de sus hijos, Rin a usar una Maken cuando esté listo. A Shura le pareció una locura que un niño porte una Maken y se opuso a su pedido, aún cuando ella era una experta en el manejo de espadas demoníacas. Shiro explicó que era un caso de fuerza mayor, y volvió a pedírselo en caso de que algo le suceda a él. Shura entendió que Shiro iba a abandonar a sus hijos y se enfadó con él, porque a ella también la abandonó en el pasado, diciendo que es un cobarde aún cuando ella lo consideraba el más fuerte, y juró que nunca más quería ver su rostro.
Arco Inicial[]
Después de un altercado con la pandilla de Reiji Shiratori, Rin Okumura regresa a casa con su hermano, Yukio Okumura, y su padre adoptivo, Shiro, quienes están disgustados al ver que se ha vuelto a pelear. Shiro luego le da un sermón a Rin sobre la importancia de conseguir un trabajo respetable, lo que provoca una discusión entre los dos. Durante la discusión, una estufa cercana, que se utiliza para cocinar estofado, explota misteriosamente, suceso que llama la atención del padre Fujimoto.
Shiro ayudando a Rin con su corbata
Al día siguiente, Rin toma en cuenta las palabras de su padre y decide ir a la entrevista de trabajo, pero no sabe cómo atarse la corbata. Afuera, Rin consigue ver como Shiro estaba conversando con una niña, a quien le entrega un trébol de cuatro hojas, puesto que la niña tenía algunos problemas paranormales, razón por la cual acudió al padre y exorcista Fujimoto. Luego de que la niña y su madre se marchen, Rin se acerca a Shiro para burlarse de lo aburrido que debe ser trabajar como exorcista y luchar contra seres que no existen. No obstante, Shiro también se ríe de Rin al ver que no traía su corbata puesta, y lo ayuda a atarla. Mientras lo hace, Shiro expresa que Rin se volvió un adulto y está ansioso por ver cuánto ha crecido, dándole ánimos en su primera entrevista de trabajo.
Shiro exorcizando a Astaroth
Más tarde, cuando su hijo Rin es atacado por Reiji Shiratori poseído por el Rey Demonio de la Putrefacción, Astaroth, aparece Shiro recitando un verso de la Biblia que exorciza al demonio que estaba dentro de Reiji. Luego, afirma que Kurikara ya no puede suprimir el poder de Rin. Al ver que Rin está confundido, Shiro le explica a Rin qué son los demonios, de dónde vienen y, finalmente, revela que él es el hijo del demonio más fuerte: Satán. Ambos regresan a casa, al monasterio, donde Shiro comienza a empacar las pertenencias de Rin, diciendo que ya no puede quedarse allí. Shiro le da a Rin la espada asesina demonios, Kurikara, y le explica que cuando se desenvaine la espada, Rin volverá a su forma de demonio. Finalmente, Shiro le pide a Rin que se vaya y, junto a la espada, le brinda un celular al cual debe llamar una vez que escape al único número que tiene guardado, pero Rin se niega, insistiendo en que todo es una broma. Ambos discuten hasta que Shiro abofetea a Rin y le dice que no es momento para discusiones insignificantes y que debe hacer lo que le dicen.
Satán posee a Shiro
Justo cuando Rin está a punto de irse, Shiro cae al suelo, lo que hace que Rin corra en su ayuda, pero Shiro insiste en que se vaya lo más rápido posible. Rin se queda y observa con horror cómo Shiro es poseído por Satán. El poseído Shiro luego crea una Gehenna Gate e intenta secuestrar a Rin, tomando la Kurikara para destruirla y así liberar el sello de Rin para que éste recupere su forma demoníaca. Satán arrastra a Rin y cuando lo hace, Rin consigue ver su reflejo y observa como su rostro ha cambiado y las llamas azules invaden su cuerpo, cuestionándose su verdadera identidad. Satán expresa que en Assiah no existe cuerpo alguno capaz de soportar su posesión y poder, por lo que el cuerpo de Shiro empieza a desmoronarse.
Shiro se suicida y detiene a Satán
Satán asegura que su plan es apoderarse de Assiah y para ello necesita de su hijo, Rin, así que lo empuja hacia la Gehenna Gate. Sin embargo, Shiro recupera el control de su cuerpo el tiempo suficiente para suicidarse y, de esa forma, Satán no tiene un cuerpo al que poseer. No obstante, la Gehenna Gate sigue abierta. Rin, en un intento desesperado por salvar la vida de Shiro, desenvaina la Kurikara y despierta sus poderes demoníacos con los cuales consigue destruir la puerta. Pero no fue suficiente para salvar la vida de Shiro, quien fallece y deja llorando a Rin.
Al día siguiente, se lleva a cabo el funeral de Shiro, en donde Rin recuerda las palabras de su padre, sobre llamar al único contacto que tenía su teléfono, en ese momento, conoce a Mephisto Pheles, a quien le pide que lo convierta en un exorcista para poder matar a Satán y vengar la muerte de su padre.
Maister y Habilidades[]
Shiro Fujimoto fue el antiguo Paladin de la Orden de la Verdadera Cruz y, por lo tanto, fue considerado el exorcista más poderoso en su tiempo. Como Paladin, dominaba los cinco maister básicos: Aria, Doctor, Dragoon, Tamer y Knight. Su talento en el exorcismo era tan grande que fácilmente pudo exorcizar a Astaroth, uno de los ocho reyes de Gehenna. También ha mostrado tener una gran fuerza de voluntad como para volver a tomar su cuerpo, estando en posesión de Satán.
Shiro demostrando tener Dragoon
Dragoon「
Tamer「
Aria「
Doctor「
Knight「
Curiosidades[]
- Su comida favorita es Oden, especialmente el rábano japonés (daikon).
- Sus géneros favoritos del manga son: Romance, drama emocional y el drama social.
- Sus promedio de horas de sueño por noche es de 6 horas.
- De acuerdo con el kanji utilizado por su apellido, Fujimoto significa "origen de las glicinias". La primera mitad de su apellido, "Fuji" (藤) significa "glicinias". La segunda mitad "Moto" (本) significa "origen".
- El nombre de Shiro significa "león joven" o "el hombre león" en kanji. La primera mitad de su nombre, "Shi" (狮), significa "león". Y la segunda parte, "ro" (郎) significa "joven" o "el hombre, siervo".
- Sus pasatiempos y talentos son: la recogida de libros sucios, el cuidado de los lentes, y quedarse dormido en cualquier lugar y en cualquier momento.
- No fuma desde hace 15 años.
Frases[]
- (Confesando a Rin) "Pequeño cordero perdido, confiesa tus pecados y di tus oraciones"
- (A Rin) "Has estado peleando de nuevo, ¿¡verdad!?, ¿¡Por qué siempre haces eso!?
- (A Yui) "Deberías estar contenta. Tienes a tus padres cuidándote. Si tienes problemas, pregúntales a tu mamá y a tu papá primero. Si no te pueden ayudar, entonces ven a preguntarnos a nosotros, los exorcistas."
- (A Rin) "Vaya, solo estás creciendo físicamente... Eras tan lindo cuando eras pequeño, diciendo "papá, papá" todo el tiempo."
- (A Rin después de que le diga que ya es grande) "¿Grande?, ¡no puedo ver a alguien grande por aquí!"
- (A Rin) "¡Te faltan mil años como para poder regañar a los demás!"
- (Recitando un verso de la Biblia) "Pero llevan la maldad en su corazón. Págales de acuerdo a sus obras y según la malicia de sus crímenes, dáles lo mismo que han hecho sus manos, págales como se lo merecen. Él los destruirá y no los rehará. Bendito sea el Señor. Bendito sea el Señor, porque oyó la voz de mi plegaria. El Señor es mi fuerza y mi escudo. ¡Tú deberías desaparecer!"
- (Recitando oraciones) "El camino del bien no debe ser revelado a aquellos de poca fé. Bajaré la Escalera de Jacob con la ayuda de la Mano del Señor."
- (Después de proteger a Rin) "Ya estoy algo viejo como para andar protegiendo niños..."
- (A Rin sobre Samael) "Toma mi teléfono. Sólo tiene un número. Pertenece a mi mejor amigo. Llámalo tan pronto como salgas del monasterio. Estoy seguro de que él te protegerá..."
- (A Satán sobre Rin) "¡Él es mi hijo! ¡Y tú me lo devolverás!"